Dave. Salir con April no es muy fácil, pero sólo porque se esfuerza demasiado en que no lo sea. El lunes la llamé por la mañana y no me contestó, me envió un mensaje diciendo que estaba en clase y no presioné. El martes la visité en el trabajo y dijo que eso no era profesional. El miércoles la cité para comer y, afortunadamente, accedió, y ella pagó la cuenta tal como habíamos dicho antes. Le tuve paciencia porque sabía que todo era nuevo para ella, también para mí, pero en nuestra cita, cuando escuché la razón del por qué actuaba así supe que no sería nada sencillo, pero que valdría la pena. Y no soy alguien que se rinda fácilmente. Para el jueves, le llevé el desayuno y no pudo rechazarme, aunque cuando me presenté en su puerta sí creí que era totalmente capaz de dejarme fuera. —