Capítulo II

680 Words
Las semanas se han pasado volando, al menos ya hemos elegido la iglesia y el salón, aunque mi hermana sigue indecisa sobre a quién contratar para organizar su boda y ni que decir de las invitaciones. Estoy a cinco días de viajar y ¡en Toronto está nevando! Odio los lugares fríos con todo mi ser, pero sé que tengo que ir por trabajo, aun no conozco bien esa ciudad y eso me abruma, porque también es aprender a moverme y trabajar con las condiciones que se presentan en climas muy fríos, y aunque no me llevare la gran cosa, sé que tengo que invertir en ropa de invierno. Esta vez me he prometido que después de dejar todo estable y comenzar la obra me daré unas vacaciones y esta vez lo haré pasando desapercibida, después de creer que haber salido en Forbes era algo bueno, la prensa no ha dejado de seguirme, sin duda ¡es horrible! Es algo que no contemple cuando acepte salir en la revista Forbes, que más revistas estarían queriendo indagar sobre mi vida privada, vamos, no es que sea muy interesante, si paso la mayor parte de mi día trabajando, con mi familia y algunas veces veo a mis amigas, y en temas del amor... en resumen, ¡estoy jodida!, nunca he tenido una relación real formal, porque claro, una se ilusiona con el primer tonto que le dice que es increíble y que contigo es como no lo es con nadie. Daniel, mi ex primer amor, aunque creo que eso no debería de llamarse así, entonces será, Daniel mi ex friendzone, porque si, ya saben, a veces una de enamorada cree que aceptando sus términos los hará cambiar de opinión y los enamorará, como suele suceder en las novelas o las películas, pero no, es muy falso todo ese tipo de ideas cliché que nos contaminan al darnos una idea errónea sobre lo que, si deberíamos de aceptar en nuestras vidas definiéndolo como "amor", solo de pensarlo me molesta. Después de él en mi época universitaria, no tuve mucha interacción con el sexo opuesto, estaba dolida, pero lo dolida me duró tres años más después de haber cortado todo tipo de relación con él y eso que duramos en ese tipo de relación tres años, no me juzguen tenía una especie de obsesión tóxica enfermiza; después, entre en mi etapa de loca, descargue una de esas apps de citas, no me gustaba arriesgarme mucho, además, en ese momento seguía trabajando para otras empresas, así que los ingenieros que estaban en la obra, aunque no eran de mi gusto, me gustaba que alimentaran mi ego, y con ello mi autoestima o la ilusión de lo que creí que era mi buena autoestima, salí con uno que otro, aunque nada más allá de una salida al cine o una cena, luego comencé a salir con chicos de la aplicación que ya tenía en mi celular, y, ahí si era más el tipo de cita que termina en el polvo de una noche. Solo tuve tres polvos después de Daniel y sinceramente, aunque al inicio lo hacía porque quería, podía y me hacía sentir por unos instantes única y especial, solo entonces me di cuenta que no quería eso, no buscaba eso, no quería estar enrolándome con extraños sin conocer su procedencia y que sobre todo no me valoraran por completo, así que simplemente dejé de salir con hombres que no conocía, había momentos en los que incluso me sentía usada, aunque yo había aceptado todo eso antes. Fue una etapa muy extraña en mi vida, después comencé a centrarme en poder establecer mi compañía, eso fue hace casi cuatro años, desde entonces no he tenido nada con nadie, he salido en citas, pero nada más, al final opte por comprarme mis juguetitos, así no me enfermo y me complazco como a mí me gusta mientras "el amor toque a mi puerta", así me ha dicho mi padre, en fin, ese es otro cantar.
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