Ese día no pruebo alimento alguno, pero es lo que menos me interesa, pues ni siquiera tengo apetito, mi padre, el esta enfermo, yo no quiero que le suceda nada malo, quiero verlo, estar con el, por que no me permiten estar con el. Mis lagrimas llenas de tristeza se asoman por mis rojos ojos, me siento muy triste, sola, quisiera que por lo menos Johan estuviese aquí, pero en todo el día no logro verle. Por la noche me recargo sobre la ventana, y veo que se acerca el de nuevo, Johan esta aquí, el sube hasta mi habitación, y al entrar me da un fuerte abrazo. - Lamento mucho lo que mi madre te hizo, Mar, toma, te he traído algo. El trae consigo fruta, un pastelillo algo aplastado por el bulto que tenia en su bolsa de tela, le digo que quiero salir de aquí, y el me dice que lo sabe, y que m