Alejandro estaba en su despacho, tenía mucho trabajo atrasado, ya que hacer la coronación llevo tiempo de planeación, y se acumularon pendientes, el no podía dejar de pensar en el beso con su amada Alondra, ella era la mujer más bella, pensar en ella hacia que un calor recorriera todo su cuerpo, el la deseaba, quería hacerla su esposa y poder amarla toda la vida, al ser Rey sentía que si hablaba con su padre terminaría por aceptarla ya que no tendría opción. En cuanto a Lady Caroline hacia algún tiempo que el había descubierto que la mujer tenía una aventura con un joven marqués, pero no le importaba mucho pues nada le interesaba esa mujer, pero lo tendría a la mano para romper su compromiso, Al terminar de trabajar mando llamar a los guardias que se encargaban de cuidar a la joven quería