ANIMALES HUMANOS

1888 Words
“ANIMALES HUMANOS” “La luna también lloraba aullando pero el lobo nunca lo supo “ Ron Israel. Ante aquella frase nada más parecía poder acotarse. Una mueca se dibujó en la boca del hombre como si no le indignara la acotación: -Lamentablemente hay unas bestias aquí… una jauría y la integra su novio. Me temo que usted se ha metido en la boca del lobo…. Luna, soberana de la noche… las nubes eran espesas ese atardecer. Selene temblaba hacía preguntas pero Edgar jamás respondía, delante de ellos iba el otro auto peparado para las contingencias del camino, ese auto en el que esta Simon. -¿Cree en la luna roja, en el Apocalipsis? Lo preguntó Edgar con voz ronca y animo de iniciar una charla ante su inesperada compañera de viaje. -Descubrieron que hasta Hitler tenía una leve licantropía ¿sabía eso? mordía y demás pero todos ellos… golpeados por la luna, una bala de plata el metal está relacionado con la luna. Los indios Sioux creían en el demonio con esta forma. Alimentados de carroña... Lobos. La luna llena quita el sueño, hay mas nacimientos y crímenes en plenilunio. Los lobos no están hechos para cazar solos créame -Miró el paisaje a ambos lados con desconfianza. “Enero y siete lobos por esendero...” Selene pidió desesperada: -¡Sáquelo, libérelo de allí o Simon se asfixiará! _El estará bien y usted sabe mejor que yo que en minutos ya n o será Simon. La respuesta resultó implacable mente cierta. Ella se mordió los labios estaba mortificada, podría hacer otra cosa aunque golpearlo de nada serviría, los guardaespaldas terminarían con su vida y ni aún así podría salvar a Simon, solo el tiempo tendría la solución a aquello. Se detuvieron ante un paisaje más agreste aun los dos choferes montaron guardia fuera el otro sujeto acompañó a Selene y a Edgar al interior de la cabaña- Un lugar modesto pero seguro! Eso dijo Edgar satisfecho y s e sentó tras un escritorio en aquel silencioso estudio. -Quiero que usted sea testigo de una confesión. -No soy reportera solo fotógrafa… -¡Lo sé! -lo replicó Edgar duramente como si ella lo tratara de tonto. -¡Esto es un secuestro!-le lanzó ella con desprecio. Ni un músculo de la faz de Edgar se movió Selene permanecía de pie indignada. -Puede salir libremente de aquí si lo desea. Usted si, su “mascota” no, sepa eso y muestrese razonable. Razonable. Ella se serenó, supo que Edgar no ignoraba nada de lo referente a Simon y el resto del grupo. Tal vez fuera el culpable de la demora de Rick y de la trampa a Simon aquella noche. Atando cabos Edgar podría hasta tener algunas respuestas buscadas. Se las daría si pensara en dejarlos vivos, Selene no estaba tan segura de ello. -Si busca repuestas de mí… - Oh, no, yo tengo todas las respuestas Selene, no lo dude.- fue claramente pedante. -Sabe del asesino en el Central Park.-dijo ella con un hilo de voz. Aquí Edgar osciló su bastón y entrecerró los ojos con malicia. -Tal vez ellos no lo ignoran, por el momento una cosa a la vez. No tema, beba algo lo necesita mi amiga…. El tono no era falsamente amistoso más bien dejaba una estela de compasión hacia ella Selene le preguntó nuevamente que había hecho con Simon. -Yo no haré nada con Simon, puede creerlo, él solo se lo hará. Edgar se puso de pie y abrió una serie de falsos paneles en la pared allí apareció una celda hermética, sentado en el piso de ella estaba Simon pálido y a punto de transformarse. -Ya te has divertido Edy... suelta a Selene déjala ir, anda! -Es un ruego y suena a gruñido. Edgar golpeó los barrotes de la celda con su bastón y Selene intentó acercarse. -¡Usted esta loco! Selene lo increpó y pidió que lo soltara. -El pronto se liberará ya verá, llegó hasta aquí por algo. -¿Qué has hecho con Saskia?-La voz de Simon se endureció . -Saskia solo me dio tu ubicación para disipar dudas...-Edgar dio a entender que no era ninguna traidora y que él no buscaba más en ella . _Yo no maté a Tyrone! La sola mención de ese nombre en boca de Simon hizo que Edgar le diera la espalda con visible ira. Ante el temor de Selene que dudaba en tomar su teléfono par pedir ayuda o huir .Simon continuo: - Debes de entender ya queTyrone, tu hermano, era uno de nosotros! -¡Mi hermano no era “eso”! ¡No era un animal , tal vez esa perra francesa lo mordió! ¡Lo que la loba hace al lobo le complace!-lanrka de Edgar fue en aumento. -¡El era igual a nosotros desde siempre! Selene comprendió: Tyrone era quien pintara esos cuadros de Saskia, el amor trágico de ella, su novio y Edgar sintío que debía dar una explicación: -El era una artista, pintaba animaba fiestas para niños huérfanos- hizo una reverencia. Usaba un bastón como este y una galera, un mago... hacía giras por meses. _¡Lo hacía para que no lo descubrieras Edgar! Simon lo gritó y la luna se coló por fin por la pequeña ventana de la celda. -Se cruzó con esta jauría hambrienta. ¡Eso son ustedes! Selene ya iba comprendiendo el odio y la furia que tenía Edgar quién continuó sin escucharlo: - Y repentinamente debí reconocerlo o lo que quedaba de él. En un bosque en Los Alpes... una presa... Selene palideció al ver la expresión en ese rostro masculino. No quería creer y Simón fue vehemente al responderle. -¡Podrás matarme pero no matarás tu odio por mi Edgar! Ninguno de nosotros hizo tal cosa. Fue víctima de una mutación, es una bestia quien está allí fuera no uno de nosotros. Simon seguía gritando y se dejo caer una vez mas en una especia de convulsión luego intento calmarse: -Te lo he dicho, esa bestia no es como nosotros lo que sea, ese asesino evoluciono es solo un animal sabe de mi de ti y de todos y si buscas cazarlo caerás en sus garras. ¡Piensa en Tyrone y en lo mucho que Saskia sufrió! -¡Tú sufrirás mas Simon sí al menos no te sinceras conmigo! ¡Usaron a mi hermano de señuelo! “Va a matarlo... Por Dios ¡Y nada podré hacer! Piensa Selene, piensa como impedir esto…”Selene no hallaba manera de hacer que Edgar concentraea su atención en ella. -No puede mataelo…-ella lo dejó escapar con ojos nublados y en un susurro. Aquí Edgar pareció atenderla y eso le bastó a Selene para continuar su alegato. -¡Usted enloqueció Edgar! Es entendible pero óigalo... escuche a Simón… Edgar se acercó a ella: -No tema le daré ventaja, ¡será un lobo para cuando lo libere, y no usaré un rifle! Ella desorbitó los ojos imaginando más. -¡Usted dejó esa trampa! -Selene lo dijo por fin y. Edgar agregó que era noble que al menos le daría ventaja. Por un segundo la mueca de su boca fue una sonrisa. _Para la siguiente luna azul su cabeza estará colgada como trofeo en esta pared. ¡Primero mírelo Selene! Edgar se apartó casi teatralmente. -¡Mire al hombre que ama convertirse en una bestia es un asesino! Selene corrió hasta la celda pero uno de los hombres de Edgar la detuvo. Y lo último que observó fueron los ojos de Simon brillando. Luego su cuerpo sé contorcionó con un acceso violento. Edgar estaba tan impresionado como los demás pero él comprendía a Simon. Este pareció encogerse, el ruido de los huesos al transformarse era ensordecedor, sus pies, piernas, -Ya dejé esto! Ella se revolvió en si misma sin saber cómo ayudarlo pero Simón no necesitaba su ayuda. Pobre niña pensó Edgar. Ya no había más de él,los brazos fueron garras ,patas y pesuñas. Su rostro perdió toda cualidad humana dio paso al lobo, al pelo, a la furia, solo sus ojos se mantuvieron humanos, brillaron hasta que por fin un aullido escapó de su garganta. --*-- Tonta la luna que cree que la tierra es su satelite y gira en rededor de ella. La luna desafiando desde lo alto, arriba al mundo de aqui abajo. -Siempre hay que vigilar a los lobos disfrazados de corderos Selene. El lobo ataca por sorpresa, a las mujeres para poseerlas, a los niños para devorarlos, mirelo! podría matarte a ti con su garra Selene sin que sintiera nada, podría matarlo a él mismo y ni lo lamentaría, él no lloraría tienen ojos secos las brujas y los lobos, no lloran, ¡no aman! mira la imagen del lobo en esos ojos!! Selene oyó a Edgar con el corazón helado mientras Simon daba saltos furiosos sobre la fuerte celda. Que maravilloso espectáculo de la naturaleza había presenciado ella. Simón mostró sus fauces amenazantes tanto como el grito humano que resonó fuera, luego otro, un par de disparos y... aullidos. El corazón de Selene latió con más fuerza: Rick y el resto habían llegado. Sigueron el rostro, asi de simple. El viento propagço los aullidos. -Simon cálmate… Lo dijo confiada. Quien la tenía sujeta por los brazos recibió orden de verificar que pasaba fuera. Edgar no s e separó de ella. -¡No te disparare aquí Simon sería insultarme a mí mismo!- el hombre se lo advirtió con voz segura. Edgar ante la tardanza de su hombre de confianza arrastró a Selene de un brazo fuera , a la luz de la luna vio el festin, una manada unida mordiendo, solo como advertencia, arrastrando, gruñiendo y escupiendo rabia y sobervia. No pudo reconocer a cada uno pero supo que eran ellos. Fieras regodeandose con los restos de la lucha. A un metro Rick había estacionado la camioneta, bajaba pisando la nieve a los tumbos, pero no aturdido por el comportamiento de quienes conocía trasnformados sino aterrado por la repentina confrontación. Las armas se hundian en la nieve inútiles. Los hombres de Edgar gritaban llenos de estupor, veian sus ropas raidas y los rastros de sangre a la luz de la luna. Ellos, en los que en un momento no creían ¡ahora si creían en ellos!, estaba erguidos y amenazantes sobre sus cuatro patas mostraban sus edientes dispuestos a otro ataque. Edgar dejo a Selene allí frente a la cabaña y ella cayó de rodillas al comprobar que la pesadilla realmente existía, eran fieras… todos ellos…. Ellos más su hermana Tilly Ella...apenas un recuerdo de su hermana cruzó por su mente. Los había contado, si indudablemente eran ellos por su porte, no lobos comunes… un lobo de pelo n***o hirsuto y brillante con sus orejas atentas, otro más veloz que cargaba con un cicruzón de tachas ahora enroscado en su cuello. Borja… y por supuesto y un lobo delgado y dispuesto al ataque sin ninguna estrategia: Nick sin duda alguna. Darren se había separado de ellos estaba ausente, sin duda para buscar a la Bestia o a Tilly misma. Allí dentro de la cabaña Simon arañaba los muros de su celda hasta que repentinamente saltó por la ventana, hizo añicos el vidrio sin dañarse. Los demás se mantuvieron atentos.
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