EN CAUTIVERIO

1168 Words
“EN CAUTIVERIO “ “Lo que se llama fuerza de alma es el coraje de no figurarnos de otro modo nuestro destino” Emil Cioran Lobos hijos de la noche vestida de luto, los ojos rasgados de esta mujer veían la luna sin desearla., aún recordaba su cautiverio reciente pero este nuevo era más prolongado, inhumano… estaba sentada en una jaula, una celda con todo tipo de comodidades pero permanecía condenada, no por la prisión delos barrotes sino por los tejidos de su piel. Ellos sabían, lo sabían y ella sabía: en breve esos pies pequeños y blancos serian patas igual que sus manos acostumbradas a manipular tubos de ensayo y pipetas, bacterias, cultivos. Tenía el cabello n***o cubriendo su sufrido rostro, ciertamente el estar en ese sitio no le preocupaba sabía controlarse, mas temía a la bestia encerrada en las cabezas de esas personas que se creían humanas …pobre Darren La llevo a esa casa, le presente a su abuelo Emaús, se enseñó el trabajo de su abuelo, un genio iluminado la máquina ,la pesadilla: se vio atrapada aturdida, oculta, Emaús fue su captor, reconoció más que nada el peligro inminente: las intenciones de Darren justo cuando pensaba alertar a la manada de atrapada nuevamente, luego de su huida Aiko Sendai no tenía suerte alguna, se mantenía calma, bien predispuesta a la curiosidad de esas nuevas miradas pero ignoraba por cuanto tiempo este cautiverio nuevo se prolongaría. Un lobo no sirve para estar domesticado, salvo Platón que era un logro de su manipulación Aiko lo extrañaba, a todos, pero sobre todo al buen Platón sin oído ni olfato, recordarlo le hacía bien , tanto como armar formulas en su cabeza, soluciones, diría Nick, si pudiera aullaras fuerte! Hasta Rick oiría ese llamado a distancia pero como, ya había intentado escapar sin éxito, soluciones no solo para la bestia, que continuaba suelta y era capaz de quien sabía que nuevos horrores…respuestas para los lobos que debían de estar buscándola infructuosamente, pero ella sabía: el mal se caza con perros cansados La luna flotaba en el cielo y los lobos la atrapaban con su mirada. Pero este lobo auténtico, sordo y fiel de aire cansino, pelo prolijo y orejas más peludas que lo habitual, se había echado parco a los pies de quien ahora parecía ser su nuevo amo. El ser humano no significaba su principal amenaza. Un lobo vivía entre seis y ocho años en cautiverio, treinta y dos dientes enormes molares, mandíbula de mil libras de mordida que aqueraba huido, un lobo corría quince millas, su olfato era potente y su aullido para llamar a la cara era ensordecedor, un festín sangriento. Una máquina de matar. Nada d eso se aplica a este lobo domesticado, que llevaba el irónico nombre de Platón. Rescatado y criado en la manada humana. Platón olfateaba el aire y hacía tiempo distinguió entre esta, su nueva manada a un animal peor que lo desconcertaba, era incapaz de clasificarlo y alertar al resto a los medio humanos. La bestia. La confundía con el olor de Darren, lo intrigaba en extremo. Prefería comportase como un perro tal y como aquella mujer lo describiera, Aiko, ya la recordaba… tronando suavemente sus dedos para que él se le acercara con su testuz baja. Pero Platón era sordo y dependía del resto de los sentidos, sus instintos asesinos-gracias a la humana doctora.- se había acallado por completo. Un logro de la ciencia que nunca seria dado a conocer por el resto dela humanidad. Hasta Platón mismo ignoraba que estaba sirviendo a un propósito más noble: revertir el instinto animal en esta manada humana. El apenas si recordaba a su manada de origen siempre vivió rodeado de estos a humanos quizás olfateaba a un perro por curiosidad o perseguía a un conejo solo por hacer un poco de ejercicio avergonzando a su estirpe pero no llegó a mas, ciertamente Platón extrañaba a todos y cada uno de su manada humana. Especialmente a Jazmine que se desvivía por atenderlo como a un mastín de pedigrí. Ahora que Simon estaba lejos todo era diferente, en las más claras noches, Platón sentía un irrefrenable deseo de alzar su testuz al cielo emitir algo parecido a lo que debía ser un aullido y salir corriendo, libre, seguir los rastros, ni más ni menos. Ahora solo descansaba, sobre ese claro tapete ubicado en el centro mismo de un modesto apartamento. Poseía una ventana para conectarse con el exterior, comida y agua a su disposición, sus garras prolijas, su olor a limpio. No más que eso. Con solo ver la puerta abrirse y reconocer la figura baja e inquieta, masculina y jovial se pondría de pie para recibirlo y tal vez lamerle las manos. Quizás con suerte podría subir a esa camioneta bien provista de Rick en materia de comida, que se mantenía tan inactivo como él, y mordisquear algo de comida oculta bajo el asiento por el amargo rostro de Rick vio que aún no era el momento de más aventuras… cuando la luna está llena se debilita nuestra cordura allí c el mundo anímico la oscuridad. La luna es luz en la oscuridad igual que el pensamiento en la mente pero la luna es también sueños instinto el más allá los cambios lo oculto. El lobo caza a la espera… Callada, adolorida, con el recuerdo de esos ojos amarillos mirándola. Así estaba Lexa tendida en un sillón cama. Estaba apenas arropada con una manta tejido multicolor, todo olía a lavanda alrededor su pijama le quedaba grande no era de satín. Las almohadas cedían bajo su nuca. Olía acaso a comida? Si,comida casera…claro si es que Lexa sabía de eso. Había un par de rumores en torno a ella. Su frente dejó de arder. Que cómodo u seguro parecía todo aquello! No le importaba saber en donde estaba realmente. En un breve lapso entre pesadillas había tenido un par de sueños gratos. Un jardín, una mansión, al luz del sol, el aire puro…no me está a polvos entrando en su nariz. Se sentía valiente y plena. Debía de ser así la vida, nada complicado y aún así a veces la luz del sol se esfumaba y daba paso a las pesadillas. Esas fauces abiertas, ese olor animal, la altura, el cuerpo cubierto de un pelaje que vio románticamente azulado, manos ..garras ,ya no sabía lo que había visto,solo que aquello era imposible. Aun así esa cosa, animal o lo que fuera era culpable de la muerte de Peter eso lo tenía más que claro ahora. Ir a las autoridades no era buena opción, además su padre se lo impediría, él siempre sabía como mantenerse al margen después de todo había logrado alejarse de su hija lo bastante en todos esos años e incluso de su esposa mientras él matrimonio había durado. Al diablo con todo! No Lexa no abriría los ojos a la realidad todavía , ya habría tiempo para enfrentarse a lo que sabía , a lo sabía ahora que existía…
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