When you visit our website, if you give your consent, we will use cookies to allow us to collect data for aggregated statistics to improve our service and remember your choice for future visits. Cookie Policy & Privacy Policy
Dear Reader, we use the permissions associated with cookies to keep our website running smoothly and to provide you with personalized content that better meets your needs and ensure the best reading experience. At any time, you can change your permissions for the cookie settings below.
If you would like to learn more about our Cookie, you can click on Privacy Policy.
La contestación de Fanny fue en extremo cortés, y Edmund añadió que estaba seguro de que a ella no le coma ninguna prisa: ––Pues ––dijo–– a mi prima le queda tiempo más que suficiente para dar un paseo dos veces más largo de lo que acostumbra, y usted ha contribuido a su mayor comodidad al evitar que saliera media hora antes, ya que el cielo se está nublando y, así, Fanny no padecerá el calor que hubiera tenido que soportar en aquel caso. Desearía que no se sintiera usted fatigada por el mucho ejercicio. Podía haberse evitado este paseo hasta aquí. ––Nada de ello me fatiga, como no sea dejar el caballo, se lo aseguro –– replicó Mary, mientras descabalgaba ayudada por él––. Soy muy fuerte. Nunca me fatiga nada, excepto el tener que hacer lo que no me gusta. Miss Price: le cedo a usted la