CAPÍTULO XXILa vuelta de sir Thomas introdujo un cambio impresionante en las costumbres de la familia, aparte la cuestión de «Promesas de Enamorados». Bajo su gobierno, Manfield parecía otro lugar. Se fueron algunos miembros del grupo, y otros muchos quedaron entristecidos. Todo aparecía monótono y gris, en comparación con el pasado... todo quedó reducido a un sombrío círculo familiar, raras veces animado. Había poco trato con los de la rectoría. Sir Thomas, enemigo de confianzas en general, se mostraba a la sazón particularmente desfavorable a toda frecuentación fuera de un sector: los Rushworth eran la única adición que podía admitir en su círculo hogareño. Edmund no se extrañaba de que fueran éstos los deseos de su padre, y sólo podía lamentar la exclusión de los Grant. ––Es que ellos