En la cena, Estrella me estuvo platicando sobre su día en el colegio y lo que había hecho. Según ella, había hecho unas manualidades y, después de la cena, me las mostraría. Definitivamente, si Estrella no estuviera acá, mi estadía con Liam sería peor.
—Señor, ya he terminado de ordenar la ropa de Estrella —una chica rubia, delgada y joven aparece por la puerta.
—Amanda, ella es mi niñera, Sonia —me dice Estrella—. Me cuida cuando papá no está.
—Mucho gusto —le dije a Sonia.
—Igualmente, señora. Estrella me ha platicado mucho de usted el día de hoy.
—Por favor, solo dime Amanda. Que me trates de usted me hace sentir vieja.
—Es por respeto, Amanda —se mete Liam—. Ya te puedes retirar, Sonia, hasta mañana.
—Gracias, señor. Buenas noches y provecho.
Sonia se fue.
Cuando terminamos de
