Rashid Unos meses después… Enrollé con fuerza la última de mis camisas, la metí en mi maleta y metí la solapa lateral para cerrarla. Por alguna razón, había empacado liviano, no quería atascarme con cosas innecesarias para viajar. Algo inusual para mí, considerando que la mayor parte del tiempo tendía a empacar demasiado para estar más cómodo. No es que me importara tener que comprar cosas nuevas si me perdía algo en el camino, pero prefería no hacerlo. Una criatura de comodidad era mi estado natural y conseguir cualquier cosa por la que tendía a gravitar cuando visitaba algún lugar extranjero nunca fue una tarea fácil. Sin embargo, este viaje fue muy diferente. Detrás de mí, Zayed parloteaba sobre nuestro itinerario de viaje, a la mayor parte del cual apenas presté atención. No era q