Ahora sé que Reagan la envió, pero Reagan no tiene idea de cuánto he cambiado en las últimas semanas. Me vuelvo hacia ella con una sonrisa y noto que aunque algunos se han apartado para darnos espacio en caso de una pelea, todos están allí parados para ver qué va a suceder. Miro su hermoso rostro y al igual que con mi hermana, no puede ocultar su corazón feo. El rencor y la ira emanan de ambas. Saco mi brazo del de Austin y escucho cómo suspira. Él quería que lo dejara pasar, pero ya he dejado pasar suficiente en mi vida. Necesito empezar a hacerle saber a personas como esta que no voy a huir cuando obviamente tienen una agenda. —Oh, lo siento. Pensé que habías terminado. No nos conocemos y claramente tienes un problema conmigo. ¿Por qué perdería mi valioso tiempo contigo en lugar de cono