Todos nos dirigimos a nuestras habitaciones vacías, y el peso completo de mis acciones cae sobre mí en el momento en que entro a nuestra habitación. Miro impotente hacia su lado de la cama. Solo ha pasado un mes desde que llegó, pero su aroma ya impregna mi habitación. Debería estar aquí conmigo. Ella es mía y, sin embargo, causé esto. Ella me suplicó que la escuchara, mi negativa fue como una bofetada en la cara. La lastimé porque fui débil y la alejé. Mi pecho me está apretando hasta la muerte y agarré su almohada mientras dejaba salir todo el dolor de hoy. Fui yo. Sabía lo malvada que era su hermana y simplemente asumí que mi dulce Raven me había traicionado. Si hubiera estado en mis cabales, lo habría sabido, no sentí el dolor.
El dolor que sientes cuando tu pareja se acuesta con otr
