No responde cuando le digo buenos días o buenas noches. Ah, y se niega a dormir en la misma cama que yo. Según él, está cumpliendo su parte del contrato. De hecho, lo leyó detenidamente y pareció sorprenderse de que favoreciera tanto a la familia Sullivan. ¿A quién creía que iba a favorecer? Esa fue una suposición tonta de su parte. Pero logró encontrar algunos vacíos legales en él, me enteré cuando hace diez minutos llamaron a mi puerta. —Buenos días, Justin —lo saludé aunque no tenía ganas de hacerlo. —Puedes dejar de hacer saludos o comentarios adicionales hacia mí. No quiero interactuar contigo, Reagan, cuanto menos pueda hacerlo, mejor —me contesta Justin mientras pasa junto a mí para entrar a mi habitación. —¿Por qué estás enojado de repente? —le pregunté, frunciendo el ceño ante