(Melody Jhons)
Al llegar a la pensión tenía un recado del rector del colegio donde estudiaban mis hermanos, en el que me pedía que se comunicara con él, al hacerlo el rector me dijo.
-Señorita Jhons, debe usted un mes de colegiatura, además de la ropa de los gemelos ya no les queda bien, también necesitan uniformes nuevos.
-Lo siento mucho Señor Rector, mañana cubriré lo adeudado y le daré el dinero para la ropa de mis hermanos.- le respondí.
-Disculpe usted, pero como pronto se vence el segundo mes, me apenaría mucho que fueron a sacar a sus hermanos por ese motivo.- me dijo el rector en un tono de disculpa que sonaba muy sincero.
-Sí, Señor lo entiendo, soy yo quien debe disculparse.- le digo apenada, tras lo cual corto la llamada.
Aún no sé cómo resolvería el problema, pues no contaba con suficiente dinero y aún faltaba tiempo para que recibiera mi salario, y no podía pedir ningún préstamo.
Con este pensamiento en la cabeza, llegó a la oficina al día siguiente; sin encontrar una solución a mis problemas.
Trabaje todo el día sin dejar de pensar en sus problemas y sin poder encontrar una solución, al llegar la hora de la salida, recordé la proposición de Rick Maxwell y con un nudo en el estómago me encamino al café en donde él dijo que me estaba esperando.
Al entrar en el café, lo veo sentado en la misma mesa del día anterior, él ya me estaba esperando mientras tomaba un café, y con nerviosismo me acercó hasta la mesa en donde él se esforzó y sin más que decir le pregunto
-Que tengo que hacer?
-Lee estos papeles, y como veo que aceptas, fírmalos, pues es un contrato en el que se especifica las cantidades que percibirás y las obligaciones que vas a tener.- me dijo el señor Maxwell, entregándome un folder con el contrato.
Comienzo a leer el contrato, en este especificaba también que nuestro matrimonio se disolvería de común acuerdo, sin pedir pensión extra, también especificaba que era un matrimonio figurado o sea solo de nombre.
-Me presta una pluma?- le digo, por lo que el señor Maxwell saco su pluma del interior de su saco y me la tendió, yo la tomo y firmo los papeles y sintiendo como la sangre sube a mis mejillas ruborizándola por la vergüenza le pregunto
-Me podría dar un adelanto de las primeras cincuenta mil libras, es que necesito pagar unas deudas.- Rick debió notar mi sonrojo por el hecho de pedirle el dinero, pues sin decir una sola palabra, lo veo sacar su cartera y extender un cheque a mi nombre el cual me tendió, yo solo puedo tomarlo con las manos temblorosas y decir
-Gracias.
Veo que el señor Maxwell me mira con una ceja levantada y con una sonrisa no sé si de cinismo porque ayer me había negado o de regocijo porque acepte su absurda propuesta me pregunta.
-Estarás lista a las once de la mañana?
-Si señor.- le digo y le dio la dirección de la casa en donde vivó, pues al día siguiente era sábado y dándole otra vez las gracias en un tono de voz tan bajo que sonó a un simple susurro, me voy del lugar lo más rápido que puedo.
Esa tarde llegó al colegio, en donde el rector me hizo pasar a su oficina y mando traer a los gemelos; yo al verlos los abrazó y les entrego un paquete que llevaba para cada uno de ellos, al rector le entrego dos mil quinientas libras y le digo
-Por favor, administre usted este dinero para mis hermanos, pues yo tengo que salir fuera por mi nuevo trabajo.
-Claro que sí, Señorita Jhons, con gusto hare lo que usted me pide.- me respondió el rector.
Y volviéndome para hablar con mis hermanos les digo
-Tengo un nuevo trabajo, mejor pagado que el que tenía antes y no podré verlos tan seguido como ahora, pero prométanme que se portaran bien, y que estudiaran mucho.
Los gemelos me besaron y abrazaron diciendo
-Gracias Mel, te quiero mucho.- dijo Alfonse
-Si gracias Mel, yo también te quiero.- dijo Albert.
Los chicos se habían puesto los relojes que les había regalado, no eran muy finos ni caros, pero eran de buena marca.
(Richard Maxwell)
Llevo media hora esperándola, seguramente aún está trabajando, por lo que al verla entrar por la puerta no digo nada, ni doy señales de nada solo sigo tomando mi café, esperando que ella llegue hasta la mesa.
Cuando lo hace la escucho preguntar mientras toma asciento.
-Que tengo que hacer?- cuando la escucho hablar se que he conseguido lo que necesito. por lo que le digo
-Lee estos papeles, y como veo que aceptas, fírmalos, pues es un contrato en el que se especifica las cantidades que percibirás y las obligaciones que vas a tener.- entregándole un folder con el contrato.
Veo como ella comienza a leer el contrato, en este especificaba también que nuestro matrimonio se disolvería de común acuerdo, sin pedir pensión extra, también especificaba que era un matrimonio figurado o sea solo de nombre.
-Me presta una pluma?- me dice, por lo que saco mi pluma del interior de su saco y se la tiendo, ella con manos temblorosas la toma y veo como firma papeles con una letra firme y elegante.
Yo no dejo de mirarla y veo como poco a poco sus mejillas se colorean y le escucho preguntar.
-Me podría dar un adelanto de las primeras cincuenta mil libras, es que necesito pagar unas deudas.- Sin dejar de mirarla y notando lo avergonzada que esta por pedirme el dinero, sin decir nada saco mi cartera y extiendo un cheque por cinco mil libras, el cual tras firmarlo se lo tiendo, notando que ella lo toma con las manos temblorosas y la escucho susurrar un
-gracias
La miro levantando una ceja, levantada y una sonrisa que mediaba entre el cinismo y el regocijo pregunto.
-Estarás lista a las once de la mañana?
-Si señor.- me dijo y me dio la dirección de la casa en donde vive, pues al día siguiente era sábado y dándome otra vez las gracias en un tono de voz tan bajo que apenas logro escuchar la veo salir rápidamente del café.
Yo termine mi café, y tomando mi cartera pague la cuenta, para después levantarme y salir del café, con el folder con el contrato en la mano, había logrado lo que me proponía, tenía a una joven y bella esposa trofeo, lo que me quitaría de encima a más de una interesada en mi fortuna y también alguien que se haga cargo del pequeño Edward