Te deseo fuerte, salvaje y guerrera, porque frágil, avivas el deseo de acabar con ese mundo que te hace daño y me aterra que llegues a sentir miedo de mi amor. De la tristeza al odio y al deseo Dominic Dudo en continuar diciendo cualquier cosa, la expresión de su cara es la de alguien que debate internamente entre creer en lo que se le dice o dejarse llevar por lo que siempre ha conocido. Quizás yo no sea un santo, pero estoy consciente de que mucho de lo que se dice de mí es falso, así como también estoy seguro de que fue su padre quien propicio toda esta situación. No obstante, no me queda claro el motivo que tuvo el viejo para poner de condición en su testamento que ella debía casarse conmigo para poder recibir su herencia, es claro que me detestaba y dudo que después de muerto su ú