Habían pasado ya alrededor de 10 minutos en los que ambos nos habíamos quedado callados, yo fui prudente con mi manera de abordar el tema. Sabía por lo que estaba pasando Tony y aunque sabía qué palabras podría subirle el ánimo, no podía decirlas, mi lengua se trababa y era inevitable acordarme cuando a mí me pasó eso. Era una noche estrellada, yo tenía un novio que era simplemente perfecto. Su nombre es Henry, es un año mayor que yo y estudiaba en mi misma universidad, tiene los ojos de color chocolate y su cabello era de color marrón claro, muy parecido a los de Tony. Él era tan cariñoso y detallista conmigo, siempre se acordaba de todo lo que le decía y de las fechas importantes. Cuando estábamos por cumplir 2 años juntos, yo organicé una gran fiesta sorpresa para ambos, pues tambié