Pov. Miranda
Me senté sobre la cama, sin todavía abrir los ojos, la cabeza me dolía como los mil y un demonios. Todo estaba realmente callado y no sabía qué hora, ni siquiera si habían pasado días.
Abrí los ojos y vi que estaba en la habitación que compartía con Leonardo y me volteé para ver si el mencionado estaba todavía durmiendo.
Estaba completamente sola en la habitación. Me quejé por el dolor de cabeza que tenía, además de que el cuerpo me estaba matando como si hubiese corrido una maratón de 50 kms.
Intenté echar memoria de lo que había pasado en la noche de la fiesta y sólo recordaba que me retaron a beber unos shots a Amelia y a mí y después se agregó una pelirroja que no tenía la menor idea de quién era.
Después recuerdo que estaba bailando y que alguien se acercó a bailar
