Joe volvió en sí cuando la voz se desvaneció. Aunque Barret parecía tener un rostro lleno de tristeza, Joe estaba bastante contento. —No te preocupes, Barret, ya está todo arreglado. —¿Qué quiere decir? —Nicole accedió a que se quedaran tres de ellos. Ja, ja, ¡es nuestro día de suerte! Oh, ¡voy a comprar un billete de lotería más tarde! —Dijo Joe emocionado. Barret mantuvo la calma. —¿No te alegra escuchar eso? He venido a decírtelo de primeras. ¿Qué pasa? —Preguntó Joe con dudas. —Joven, escuche, no es mi intención decepcionarle. En realidad, usted es el último que se entera de las noticias en la familia. —¿De verdad? Eso no importa, ¡vamos! De todos modos, es una buena señal para mí. Significa que Nicole no me odia tanto. Así que vamos, ¡hay que celebrarlo juntos hoy! Viendo la