Joe se duchó felizmente, preparándose para pasar un buen rato por la noche con Nicole, y no se dio cuenta de que había caído de lleno. Mientras tanto, Barret hacía pacientemente un trabajo ideológico para Aaron. Pensó que los otros dos descontentos tras el anuncio de la —contratación— eran Alan y Chad. Inesperadamente, era Aaron el más descontento. Barret envió a Alan y a Chad a un recado desconocido y decidió tener una buena charla con Aaron. —Aaron, quédese con nosotros. No hay nada que perder. —No, señor Barret. Si los deja ir, entonces no lo haré. Barret se quedó boquiabierto. Aaron era realmente caballeroso, lo que iba mucho más allá de la imaginación de Barret. Por un momento, no supo qué decir. —Bueno... Aaron, si te parece que el sueldo no es apropiado, podemos volver a di