Flashback
Hace 5 años...
Cuando Damian tenía veinte años, le pidieron que se casara con una chica llamada Jin. Era una chica bonita de su edad, con el pelo largo y castaño y unos impresionantes ojos verdes. Fue un acuerdo que fue ideado por sus padres y los de ella como una forma de fusionar empresas. En aquel entonces, la familia de Jin era un grupo médico destacado que se especializaba en producir medicina avanzada para el cáncer y tratamientos quirúrgicos.
Damian no creía firmemente en el amor y el noviazgo. Su vida estaba demasiado ocupada por otros asuntos como para pensarlo mucho. Nunca había estado enamorado y realmente le importaba un comino la ilusión. Debido a la insistencia de sus familias, consintió. Estuvo de acuerdo con el matrimonio creyendo que era algo sensato y le ahorraría la molestia de tratar de salir o encontrar a alguien para él. Ambos jovenes se casaron pero su relación fue complicada. Jin le reveló que nunca quiso casarse con él. Estaba enamorada de otra persona, pero accedió a casarse como parte del último deseo de su padre. Su declaración, aunque sorprendente al principio, estuvo bien para él. Entonces hicieron un trato entre ellos.
Ambos habían llegado a la conclusión de que aunque estuvieran casados, no tendrían que amarse ni tener una relación real. Fue un pacto silencioso que hicieron. Mantendrían el matrimonio para complacer a sus padres y ayudar al hospital a mejorar. Eran tan distantes que incluso dormían en diferentes habitaciones y nunca tuvieron intimidad. Por supuesto, esto estaba totalmente oculto a sus padres. Para todos los demás, estaban felizmente casados y les iba bien. Menos de un mes después de su matrimonio, el tema de los hijos se planteó con sus padres durante una cena.
El padre de Jin estaba a punto de morir, ya que padecía una forma rara de cáncer y le quedaba menos de un año de vida. Solicitó que antes de morir le gustaría ser abuelo. Esto rompió el corazón de Jin y complicó aún más su relación. Pero ella todavía se negaba a estar con Damian y él tampoco estaba muy contento con la idea. Ambos tuvieron una larga discusión y pudieron llegar a un compromiso. Decidieron que harían una fertilización in vitro. De esa manera aún podrían tener un hijo y no tener que hacerlo naturalmente como cualquier otra pareja normal. Su disfraz para sus padres era que intentarían el proceso por sí mismos y, si tenía éxito, entonces podrían asegurarse de que ese procedimiento se agregara al plan de estudios de su propio hospital. Al principio, sus padres no estaban muy entusiasmados con la idea, pero después de un tiempo decidieron que los beneficios superaban la aprensión.
Después de unas semanas, Jin pronto quedó embarazada gracias a los tratamientos de fertilidad. Durante el transcurso de su embarazo, se acercaron más; no románticamente, pero aprendieron a apreciarse y hacerse buenos amigos. Damian se sentaba con ella durante sus citas de ultrasonido y se ocupaba de todas sus necesidades para asegurarse de que estuviera feliz y de que el bebé estuviera bien.
Se emocionaron cuando descubrieron que estaba embarazada de una niña.
-—Suki— susurró un día mientras estaban sentados en su balcón.
Damian inclinó la cabeza, inseguro de lo que dijo.
—¿Qué?
- Quiero que el nombre de nuestra hija sea Suki- repitió mientras miraba al vacío. Acababan de regresar de la cena de cumpleaños de Samuel y decidieron relajarse después de las festividades.
—¿Por qué Suki?— preguntó. Ella había estado actuando de manera extraña durante las últimas semanas y él no sabía qué hacer con eso. La vio sonreír con cariño antes de responder.
—Suki significa amado. Desde que quedé embarazada me siento más cerca de ti. Aunque no puedo decir que te amo en ese sentido, puedo decir que te amo como mi amigo y como el padre de mi bebé- admitió mientras sostenía su vientre bastante grande a término.
Damian no sabía qué decir a eso, pero apreciaba a Jin por entenderlo y por todo lo que hizo por él. Ella era la madre de su hija y él siempre la cuidaría en ese sentido.
—Hmp— dijo de acuerdo, haciéndola sonreír—. Cuidaré de ti, como mi amiga y como la madre de mi hija. Vamos a criar a esta niña con todo lo que pueda necesitar, juntos.
La sonrisa de Jin vaciló ligeramente. Había estado tratando de mantener una actitud positiva durante las últimas semanas, pero no pudo evitar que la sensación de inquietud se hubiera apoderado de ella. Algo andaba mal y ella lo sabía.
Al día siguiente, se puso de parto.
Jin fue admitida en el hospital la mañana del 11 de octubre. Tenía un monitor cardíaco para ella y otro monitor en su abdomen para monitorear el corazón del bebé. Después de seis horas de trabajo, todo iba bien. Tanto Jin como el bebé estaban bien. Sin embargo, en el apogeo del trabajo fue cuando las cosas empezaron a ir mal.
—¡Los signos vitales están cayendo! ¡Necesitamos sacar a este bebé de INMEDIATO!— gritó uno de los médicos.
Varias enfermeras y el médico corrían frenéticamente por la habitación tratando de mantener con vida a Jin y al bebé. Los monitores estaban conectados a Jin en todo tipo de lugares y desde su posición, Damian podía ver que el monitor cardíaco de Jin comenzaba a disminuir cuando el color comenzaba a desvanecerse de su rostro. Luego, el monitor del bebé también comenzó a bajar.
—Necesitamos sacar a este bebé ahora. Prepárese para la cesárea de emergencia— gritó el médico.
Aunque luchó por permanecer a su lado, Damian fue empujado fuera de su camino. Todo el mundo se apresuró a salvar a la esposa y al hijo del director ejecutivo. Las enfermeras prepararon a Jin para el procedimiento y, después de unos diez minutos, sacaron al bebé. Jin podía oír a su hija pero no podía verla. Lentamente, su mundo comenzó a oscurecerse. Giró la cabeza hacia un lado y vio a Damian en la habitación sosteniendo a su hija llorando. La llevó con ella mientras el equipo médico se apresuraba a estabilizarla.
—Jin, mírala. Esta es nuestra hija. Tienes que aguantar—suplicó desesperadamente al ver que la vida se agotaba en sus ojos.
—... Su ... ki ...— se atragantó. Sus signos vitales disminuían rápidamente y los párpados de Jin comenzaron a agitarse—. Cuida de ella ... Damian ... dile ... Mami siempre la amará ...— se atragantó antes de dejar de hablar. Entonces todo fue en cámara lenta para él. Los médicos lo apartaron junto con la bebé antes de intentar reanimarla.
—¡DESPEJEN!— gritó el médico mientras presionaba el desfibrilador contra el pecho de Jin.
Ningún cambio.
—Maldita sea ... ¡DESPEJEN!
Su pecho se agitó por la conmoción, pero de nuevo, no hubo ningún cambio. Su monitor cardíaco siguió chillando sin contracciones en su onda plana.
—Una vez más… ¡DESPEJEN!— gritó el doctor.
Por última y última vez no hubo cambios. En este punto, el médico sabía que estaba más allá de la ayuda. Suspiró y desconectó el monitor antes de anunciar la hora de su muerte. Cubrió el rostro de Jin con la manta y luego se acercó a Damian, quien todavía sostenía a Suki.
—Lo siento mucho Sr. Wang. Ella se ha ido— declaró con simpatía mientras colocaba una mano sobre el hombro de é—. Parece que el embarazo fue demasiado para ella. El esfuerzo del parto lo empeoró y ella no pudo soportarlo. Le daré un momento— ofreció antes de que él y el resto de las enfermeras se fueran para que su CEO en la sala pudiera llorar.
Damian se acercó al cuerpo de Jin y miró fijamente su cuerpo cubierto. Recordó su rostro de la noche anterior.
¿Sabía ella de esto? ¿Sabía que no podría manejarlo? ¿Por qué lo hizo? ¿POR QUÉ? pensó enojado. Ahora se quedó solo de nuevo con una niña que no tenía idea de cómo criar.
Hablando de su hija, todavía tenía que mirarla bien. Damian la miró a la cara y la estudió. Tenía su cabello y su nariz. Sus ojos estaban cerrados en ese momento, pero luego descubriría que sus ojos eran de un verde deslumbrante como los de su madre. Ella estaba llorando como si no hubiera un mañana, pero ese sonido era todo lo que lo mantenía en marcha. En ese momento, se enamoró de su pequeña. Ella era ahora su única razón para seguir adelante.
—Suki ... te lo prometo. Siempre estaré ahí para ti, pase lo que pase— juró antes de salir de la habitación con Suki en sus brazos.
Fin del flashback
Mientras Damian estaba en el porche, vio a Thiago salir del camino de entrada con Suki detrás de él. Cuando se perdieron de vista, caminó hasta su automóvil y se dirigió al trabajo. Durante el viaje, no dejaba de pensar en Suki y en que ahora tenía casi cinco años. Iba a necesitar una madre; alguien que la ayude con todas las cosas que solo una madre puede hacer. Su propia madre solo podía ir tan lejos por él y la esposa de Samuel, Emily, a veces era útil cada vez que venían. Pero sabía que Suki necesitaría una figura maternal más estable en su vida. El problema era cómo iba a encontrar otra esposa.
Jin era su amiga y siempre la consideraría como tal. Pero no sabía cómo podría reemplazarla con alguien más. Salir era lo último en lo que pensaba. Su hermano le hablaba a veces sobre seguir adelante, aunque solo fuera por el bien de Suki, pero no había forma de que se rindiera. ¿Y cómo reaccionaría Suki al ver a otras mujeres? Necesitaba más tiempo para pensar las cosas. Por ahora, dejaría el tema. Pero si se presentaba la oportunidad, juró que al menos intentaría hacer el esfuerzo.
Se detuvo en su lugar de estacionamiento privado y salió del auto. Caminó hacia el frente del hospital y hacia el ascensor. Su oficina estaba ubicada en el último piso, quince pisos más arriba. Una vez que se instaló allí, llamó a su secretaria. Tenía una reunión con el nuevo médico contratado por el hospital hoy. Era una médica de renombre que el hospital estaba ansioso por tener entre el personal.
"Es hora de empezar de nuevo ", pensó mientras sus ojos se posaban en una foto de Suki y él de su viaje a la playa.
Suki fue su último pensamiento antes de que se abriera la puerta y entrara la nueva médico.