"Pues yo no lo siento. Lo disfrute tanto, que muero por tenerte en mis brazos nuevamente y hacerte mía" ¿Qué carajos había sido eso? Las palabras de Alexander no salían de mi cabeza y es que no podía permitir que esta atracción creciera o fluyera porque terminaríamos envueltos más de lo esperado. Al terminar la tarde nos despedimos de los padres de Alexander y conduce en dirección al hotel donde se hospeda mamá. —Ya que almorzamos en casa de tus padres, ustedes nos acompañaran a cenar —Cuando voy abrir la boca me interrumpe —. Y no pienso aceptar un no pot respuesta. Alexander asiente, suspiro y sujeto el puente de mi nariz. Al llegar nos ayuda a bajar y le entrega la llave a uno de los chico de ballet parking. Al entrar vamos al área de restaurante y sonrió al ver a mi pequeña en