Capítulo 2

975 Words
Voltee y lo mire con cara de pocos amigos. —Nine…—Pronuncie pausadamente su nombre. —Si, en vivo y directo— Extendió los brazos como si se exhibiera. Rodee los ojos acostumbrada a su actitud tan hilarante. —¿Qué haces aquí? —Pregunte refiriéndome al edificio. —Estudio aquí— Dijo con burla, sabiendo el a que me refería — Me duele que te hayas escondido de mí, Eider. Creí que lo que habíamos pasado juntos significaba algo Como él sabía, puso una expresión de dolor, digna de un actor, puso las manos en su pecho y bajo la mirada con su falso semblante triste. Esto es lo odio de Nine, que aun el sabiendo que puedo notar cuando actúa, sigue haciéndolo. Entiendo que su sueño sea el de ser actor, que no se cumplirá debido a que su familia se opone totalmente, pero ¿Es necesario hacerlo conmigo? Solo porque no nos hemos visto en mucho tiempo, le seguiré el juego. —No— Negué con la cabeza, tome su barbilla eh hice que me mirara— Tu nunca serás algo pasajero. —Oh, Eider, ¡Bésame! — Se acercó con la intención de hacerlo, pero fui más rápida y puse mi mano en su cara obligándolo a alejarse.  —No lo haría ni aunque me pagaras — Dije quitando la mano. Nine rio dejando su papel dramático de lado. —No cambias — Dijo sonriendo — Me alegra verte, Eider. —A mí también me alegra verte, Nine. Aunque eso no era del todo cierto. (…) La clase transcurrió normalmente y con un trabajo para la próxima semana, el cual consistía en tomar un fotografía para un anuncio de la vida, algo así como verle el lado bueno a la vida, desde mi asiento pude escuchar como algunas planeaban simplemente fotografiar algún paisaje, ya sé que en definitiva no fotografiare. Salí de aula sintiéndome incomoda, y con una pequeña humedad entre las piernas, sin prestarle atención seguí caminando hasta mi próxima clase, en el camino me encontré con Brais, este me miro pero no dijo nada, hasta que lo escuche decir mi nombre cuando ya nos habíamos alejado. Voltee hacia el confundida, notando que se quitaba su abrigo y me lo daba. —¿Por qué me lo das? —Pregunte tomándolo. —Estas manchada—Murmuro. Sin pensarlo lleve mi mano libre a mi trasero tratando de cubrir la mancha que no veía. Rápidamente me pegue a la pared más cercana completamente avergonzada. —Puede usar mi abrigo para cubrirte— Le escuche decir. —G—gracias—Murmure sonrojada. Brais me miro medio sorprendido, pero rápidamente cambio a fruncir el ceño. —No pienses otra cosa, solo no quiero que vean que me junto con una chica que le gusta manchar sus pantalones— Dijo sonriendo de forma de burla. —¿Ah? En ese caso te la devolveré llena de mi menstruación—Grite, por suerte el pasillo estaba vacío, sino solo le hubiera golpeado. —¿Crees que lo quiero devuelta? Cuando lo termines de usar quémala —Dijo empezando a caminar. —¿Ah, sí? Pues…—Grite buscando un insulto — No se me ocurre nada—Susurre para mí. Con las mangas del abrigo hice un nudo alrededor de mi cintura, así no verán mi mancha. Por suerte solo quedan dos clases y podre ir a mi cuarto y ver que hago con mi pantalón. (…) Casi grito de alegría cuando la última clase acabo, salí del salón a toda velocidad en dirección a los dormitorios, cuando llegue a mi edificio fui directo hacia mi habitación. Al estar frente a la puerta busque en mi bolso hasta que encontré la llave, por poco y salto cuando la encontré. Abrí la puerta y tire mis cosas sobre la cama, camine hasta el baño que comparto con mi compañera, y de reojo pude notar que la cama donde habían unas pocas cosas ahora tiene una maleta. Mi compañera aún no está aquí, debe seguir en clases o algo. Sonreí cuando al fin me bañe y puse una toalla. Logre quitarle la mancha a mi pantalón pero debo lavarlo, por suerte el abrigo de Brais no se manchó, creo que lo mejor sería devolvérselo sin lavar. Se lo merece. Me senté en mi cama y tome mi celular para revisar si tengo algún mensaje, al no ver ninguno lo deje de lado y me recosté en la cama. La puerta se abrió llamando mi atención, me senté en la cama y pude ver como mi compañera entraba. Ella al verme sonrió. —Hola— Se acercó, yo por instinto me pare— Mi nombre es Luchia, estudio arqueología, ¿Y tú? Luchia, su nombre se me hace conocido. Incluso ella se me hace conocida, me parece que la eh visto en otro lado, pero no se me ocurre nada. —Mi nombre es Eider, estudio publicidad— Sonreí. Luchia me miro sorprendida, pero luego sonrió abiertamente y me abrazo. —¡Tú eres Eider! —Dijo Feliz. —Si eso dije— Murmuré apartándome. —Ah, lo siento, es la emoción. Es la primera vez que conozco a la novia de mi hermano— Junto las manos —¿No—novia? — Pregunte tartamudeando. Creo que pasar tiempo con Oliver me hace daño. —Sí, eres la novia de Luca, ¿Verdad?  —Bueno, novia, novia no, pero… Un momento— La mire sorprendida —¿Él te dijo que lo somos…? Luchia rio, interrumpiendo la estupidez que decía. Luego de un rato me percate de algo. —¿Tu como sabes eso?—Pregunte extrañada. —Soy su hermana. Sonreí apenada, recordando que lo había dicho hace unos segundos. Eso explica tu gran parecido con él… ¿Cómo no me di cuenta antes? 
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