Capítulo 15: Niko, recoge a Camelia.
Me levante y me arregle me puse un vestido no quería nada ajustado porque me dolía el cuerpo por la caída de ese día. baje algo asustada porque no les conté a mis hermanos, sobre lo que pasó. no quiero que se preocupen por mí, tampoco que vean mi herida en la boca. también estaba emocionada por que Niko, llegaría por mí, me tape la herida en mi boca e hice que pareciera un granito. menos mal no es más grande. me dije.
Al bajar las escaleras efectivamente me preguntaron que tenía en mi boca. – ¿Qué tienes en la boca Cam…? Me pregunta Ian. - oh, solo me salió un granito pero no es nada.
- oh, vaya primera vez que te veo un grano dice Ian. - ¡Si, tampoco le había visto uno! Me dice Josef, mientras se levanta con su tasa de café en la mano.
En ese momento se escuchó la bocina de un auto.
-¿quien llegó? preguntó Ian.
- mmm. no sabía que decir. - bueno hoy me recoge Niko. - ¿Cómo que te llevará Niko? ¿te llevará a la universidad? ¿y tú auto? me pregunta Josef. mientras se dirige a la ventana con su café en mano. - Bueno, lo que paso fue que ayer me invitó a tomarme algo, así que había dejado mi auto en el campus. - ¡Ha! bueno mucho cuidado. - Si, eso haré. Adiós. Les dije mientras salía de casa. - ¡Adiós! contestaron al unísono.
salí de casa y vi que Ian y Josef, se asomaron por la venta. Antes de bajar las escaleras les dije. - ¡Chismosos! Mientras arrugaba mi nariz.
se empezaron a reír y saludaron a Niko, desde la ventana. él les devolvió el saludo cuando bajó del auto para abrirme la puerta, es todo un caballero. me dije.
Estaba viendo por la ventana para que no me hiciera preguntas pero no valió. así que mi miedo se hizo realidad y me hizo la misma pregunta de ayer. - ¿puedo preguntarte algo? me dijo. – Si, claro. - ¿puedes decirme quien era ese hombre de ayer? tome aire y luego lo solté. - bueno te diré la verdad porque no quiero que pienses mal de mí. “no, se por qué me importa”.
sé que no soy nada tuyo Camelia, pero quiero saberlo, porque se veía que te conoce muy bien. - Ok, no, no me conoce bien, la verdad es que este tipo de ayer es mi supuesto “prometido” le dije haciendo señas entre comillas con mis dedos.
- ¿Prometido? como así, te vas a casar? Me pregunta algo alterado.
-No!!! le dije, mi padre me estaba obligando a casarme con él y supe que era por una promesa que hizo hace muchos años a su mejor amigo antes de que el muriera.
Freno en seco y me dijo ¡espera! Pero ¿tú no quieres verdad?.
Se me salieron las lágrimas y le dije: - No, no quiero y por eso estoy acá porque escape de casa. y mis hermanos se hicieron cargo de mí, la única que sabía que estaba con ellos. era mi madre pero antier que cumplí años mi madre había venido sin darse cuenta que este hombre venía siguiéndola. y así es como llego a mi… se dio cuenta que estoy con ellos, ahora no querrá irse sin mí. ¿sabes lo mal que suena mi vida? Y ¿lo mucho que he sufrido? he hecho mucho para que se olvide de mí, pero está obsesionado conmigo y no me quiere dejar ir.
sentí que me tomo en sus brazos jalándome hacia él muy lento y me abrazo. me dijo no llores, estaré contigo volteamos a vernos al tiempo, me dijo Camelia, estaré contigo te protegeré. me beso yo le correspondí su beso. - ¿por eso quieres vivir en el campus verdad? me pregunta mientras se aparta lentamente de mí y queda tocando su frente con la mía.
-Si! es por eso. le dije.
Al llegar al campus bajo del auto y luego se dirigió a mí, abrió la puerta y estiro su brazo para ayudarme a salir.
- ¡Gracias! le dije.
- No, te preocupes, por una mujer tan bella como tu hay que ser un caballero. Me dice mientras caminamos. le sonreí. pensé que me iba a dar vergüenza por lo de ayer pero no fue así.
me dijo. - te he dicho que me encanta tu sonrisa? - Yo, agache mi mirada y le dije no, en realidad es la primera vez. - Bueno, señorita te lo diré más seguido. Me dice.
Al terminar dos clases nos dirigimos al estadio de la universidad porque habría un partido estábamos sentados hablando en las escaleras haciéndonos preguntas.
-bueno dime ¿Cuántos años tienes? Le pregunte y él me contesta 22 años, me dice y tú? 18 años, recién los cumplí le conteste algo apenada. Con ¿Quién vives? Le pregunte. a lo que él pensó antes de contestarme. Tomo aire y me contesto.
- prácticamente vivo solo porque mis padres siempre viven trabajando. y ¿tu vives con tus hermanos verdad? Me pregunta. – Si, mis padres viven en puerto los ángeles. Le conteste.
- Oh está bien. dice.
- Niko, te puedo preguntar algo más personal. Le dije y volteo a verme a los ojos.
- ¡claro que sí! Me contesto. - ¿Cómo es que sabes pelear tan bien? me refiero a que si sabes algo de taekwondo? Vi que agachó su cabeza. le dije, si no puedes contestar no me cuentes por favor. Está bien no te preocupes.
Cuando ya iba a contarme llego alguien no invitado. - ¡Hola! Fuimos interrumpidos por la chica del casillero. - ¡Hola! conteste. - ¿Qué quieres? Le preguntó Niko, algo enojado.
- Nada, vine a ver qué hacías y te vi con esta. - ¡Bueno! Niko tengo que irme. le dije, levantándome del escalón. - No, quédate por favor. me dijo tomando mi mano. y se dirigió a la otra chica. – Ella… es… Camelia. Le dice mientras aprieta su mandíbula y le habla por silabas.
Esta chica se queda mirándome con su cara torcida por los celos, y le dice a Niko. - no me interesa quien sea o como se llame luego se dirige a mi diciéndome.
- así… que… lar…ga.. te y deja a Niko, en paz. Me dice también hablando en silabas.
- No, somos nada Sofía, así que déjame tu en paz. Le dijo Niko. Mientras iba saliendo con migo tomados de la mano. - ¿Oh, eso es lo que te ha dicho, Camelia? - ¿Qué no somos nada… dile! Dile!… como me coges todos los sábados en tu casa, en la sala, en el baño, y me abres de piernas cada vez que quieres sexo, y dile que quieres un cuerpo nuevo para usarlo. Lo miré y él me miró también algo incómodo.
me iba a ir pero agarro mi mano de nuevo y me dijo, eso no es cierto. ¡Camelia!.
No, tranquilo no pasa nada bueno solo somos amigos. Me solté y salí corriendo de allí.
-¡Sofía, esto se termina aquí, no te quiero volver a ver cerca de mí! Escuche que le decía. A la chica del casillero.
- Que!! Niko, no Niko, no te vayas por favor!!! vuelve!!!
- ¡Te lo advierto Sofia! no te quiero ver cerca de mí, tampoco de Camelia.
- ¡Perra! desgraciada, ¿por qué? ¿Por qué con Niko?.
Sali, de allí al escuchar esas palabras, comencé a llorar las lágrimas caían por mis mejillas. no entendía por qué me dolieron tanto esas palabras. no entiendo por qué si solo soy su amiga. ¿qué es lo que estoy sintiendo por él? ¿por qué él? estaba caminando hacia el aula no había nadie al rededor y de repente sentí que me agarraron la mano, me arrastraron tapándome la boca.
Me metieron al salón de música que era demasiado grande y estaba completamente solo y oscuro. pero supe que era este salón por que donde estaba el escenario había un poco de luz, esta persona me soltó ya estando dentro.
Pregunte mirando hacia la oscuridad. - ¿Niko, eres tú?. Esa persona estaba parado donde no se podía ver absolutamente nada. Esa persona me dijo. - No, pero te ayudare a olvidarlo y comenzó a tocarme. yo empecé a moverme tratando de soltarme y a gritar.
-Grita todo lo que quieras Muñeca. Me dijo esta persona la cual al escuchar su voz pensé en Cris, al separarme lo empuje con todas mis fuerzas salí corriendo a una de las salidas. Pero estaba con seguro solo se podía abrir de afuera.
-Por favor Cris, no me hagas daño. Le decía mientras caminaba escapando de él. - muñeca no te hare daño. me dice. - al contrario lo disfrutaras serás tan feliz, que me pedirás más y más, hoy te hare mujer, te hare más hermosa de lo que ya eres. me dice y yo solo siento asco y repulsión por sus palabras. Sali corriendo escaleras abajo.
seguía huyendo mientras escuchaba como maldecía por haberme soltado. yo rogaba que Niko, me estuviera buscando y me ayudara a salir de acá. Seguía corriendo y el detrás de mí. pasando silla por silla y gritaba, sentía que estaba quedándome sin voz, de tanto gritar. - ¡Ayuda Por favor! Escuche que abrieron la puerta y me distraje… voltee a mirar pero solo la abrieron se asomaron y al vernos volvieron a salir de allí, yo corrí lo más rápido que pude para alcanzar la puerta pero fue en vano.
Cris, me alcanzo y caímos al suelo subiéndose encima mío… me rasgo la parte superior del vestido comenzamos a forcejear. Vi que estaba desabrochándose su pantalón. Le rogaba que no lo hiciera lloraba y gritaba. - ¡por favor no lo hagas!.
Escuche que abrieron la puerta de nuevo y encendieron las luces vi a Niko, entrando por ella. - ¡Ayúdame por favor! grite llorando desesperadamente, al ver que estaba luchando para que no me hicieran daño. Vi que empuño sus manos y Agarro a Cris, del cuello y comenzó a golpearlo mientras le gritaba. - ¡Eres un maldito! ¡Te matare! y este hombre le contestaba. - ¡la quiero y quiero que sea mía! yo me corrí hacia atrás aun tirada en el suelo. Vi como este hombre trataba de defenderse. pero Niko, no le dio ninguna oportunidad, solo se quejaba y gemía por el dolor, lo golpeaba muy fuerte. Yo simplemente me tape los ojos aun llorando, él al verme dejo de golpearlo, se arregló el cabello y se dirigió hacia mí.
Dejando a ese hombre tirado en el suelo. Me levanto en sus brazos, y salimos de allí. - ¿estás bien alcanzo a lastimarte? Me pregunto mientras seguía caminando.
- No, le conteste. Cerré mis ojos aun llorando mientras descargaba mi cabeza en su hombro.
Me llevo a la enfermería al entrar, la enfermera se quedó mirándonos y pregunto.
- ¿qué paso que le paso a ella?. Revísela. dijo Niko, muy serio y cortante.
La chica comenzó a revisarme y ella pregunto por qué traía mi vestido rasgado.
Se me salieron las lágrimas al pensar en lo que me acababa de pasar. - por poco y abusan de mí. Dije en un susurro. ella volteo a ver a Niko, y pregunto - ¿abusaron de ella? Niko, le dijo. - quiero que la revises, por favor. Por qué si la ha lastimado juro que lo mato.
Ella le dijo. - Está bien no hagas una locura espera afuera la revisare. Niko, salió y se sentó en una de las sillas de espera con sus manos en la cabeza.
Pensando que si hubiera salido junto con ella esto no le habría pasado, ¿Qué le habría sucedido si no hubiera escuchado a las personas que se encontraban afuera hablando del tema? ¿Qué le habría pasado a Camelia, si no hubiera tomado la decisión de entrar? Estas y muchas preguntas mas pasaban por mi mente una tras otra.
Jamás, me lo habría perdonado, si le llegase a suceder algo.
Adentro en el consultorio, Camelia, estaba algo incomoda.
la enfermera le reviso las heridas de sus manos y los moretones que se le habían hecho en sus piernas. luego le dijo. - bueno necesito que habrás las piernas bien abiertas, por favor. Le reviso y la enfermera se quedó mirándola asombrada le pregunto. - ¿aun eres virgen? Me sentía apenada… pero aun así le contesté. - sí, y me salieron las lágrimas. - pensé que perdería mi virginidad de esa forma tan vil. La enfermera me dijo está bien, todo bien, Cierra las piernas. las cerré y ella me abrazo al verme llorar. - Tranquila no te preocupes, estas bien te toco? ¿Quién te hizo esto?. Me pregunta. y yo le contesté – Si, me toco toda, los senos, mi parte intima. Y solo sé que, se llama Cris. - Bueno tendrás que denunciarlo. me dijo. se dirigió hacia la puerta y le dijo. - Niko, todo está bien no le paso nada. ella sigue siendo virgen.
Niko, volteo a verme con asombro y yo a él con vergüenza. - ¿Eres el hermano de ella? - ¡No! dijimos al mismo tiempo. - Oh, que pena bueno está bien puedes llevarla a casa, pero cómprale una crema para los moretones tiene en manos y piernas. - Está bien, lo hare. contesta Niko. se dirigió a mí. - ¿estás bien? Me pregunta en un susurro. Que para mis oídos era como un canto.
- Si, estoy bien. le conteste. me levante y sentí que se me cayó la parte rasgada de mi vestido. se me vieron los senos. Inconscientemente los tape con mis manos. Mientras veía como Niko, pasaba saliva. Él se quitó la chaqueta que llevaba y me la puso. - Ven te pongo esto me dice y me sube la cremallera.
¿Puedes caminar? O ¿te llevo cargada? Me pregunta mientras sonríe. - No, te preocupes creo que puedo caminar. - Hablare con tus hermanos hoy sobre lo que paso acá para que pongan un denuncio. Me dice mientras agarra mi brazo.
-¡No! le dije. por favor no quiero hacerlo. Cuando estábamos saliendo nos dimos cuenta que la ambulancia estaba afuera y mucha gente viendo lo que había pasado. - Quiero salir de acá. le dije a Niko. - está bien a donde quieres ir? Me pregunta mientras abre la puerta de su auto. – No, lo sé no quiero ir a casa aun. Pero quiero respirar aire puro. - ¿podemos? Le pregunte mientras trataba de subir al auto pero mis piernas aun dolían.
Me ayudo a subir a su auto muy despacio y me puso el cinturón, estaba tan cerca de mí. Que podía oler su perfume, él también me miro. Pero salió de allí y se sentó en el asiento del conductor.