Mientras tanto Nathan… El hombre se encontraba sentado junto con el agente de bienes y raíces firmando el papeleo de adquisición del apartamento, el cual costó unos 66 millones de dólares por su ubicación en el último piso y por el lujo que tenía en cuestión a la decoración. Para Nathan el precio le pareció justo porque el lugar se adaptaba a sus gustos y a sus requerimientos. Así que, el agente muy alegre por esa gran venta que hizo en el día de hoy tan inesperada le dijo en un tono algo afeminado: —La verdad, sabía que usted no me iba a defraudar señor Donovan. ¡Usted ha alegrado mi día! —puso sus manos sobre su boca muy emocionado. Nathan, terminando de firmar con su rostro serio de costumbre le respondió: —¿Quién no se va a alegrar con una comisión de una venta de 66 millones? —Le