Voy conduciendo agotada por una larga jornada de trabajo y Alberto me platica sobre su día, giró para llegar a la casa, no pude hacer nada más que acelerar cuando mire ese cabello pelirrojo y ese brillo que ella irradia, mi alma regreso, mi esposa está aquí y no es una de mis otras alucinaciones no de verdad está aquí. —¡Mamá baja velocidad!— grita Alberto asustado —Mi reina regreso— le digo No le doy tiempo de contestar apago el carro y corro a ella, cuando se gira al verme mi corazón exploto por su sonrisa, sentía que las piernas me iban a fallar cuando la vi correr hacia mí, ¡me recuerda! ¡Ella me recuerda!. Salto a sus brazos y la abrazo con todo mi ser, está aquí después de dos largos siglos está aquí, la beso con desesperación sin importarme que me vean, sigo confirmando una y o