Unas manitas en mi cara y un par de risas me despierta, siento un par de babitas en mi mejilla, realmente no puedo evitar sonreír esto me hace muy feliz, si me preguntaran hace meses si esto me haría sonreír así y sentir ese amor por esas personitas les gritaría que estarían locos. Pero ahora que me miro y puedo decir que no me veo sin esto, así como el fuego me entrego mi cuerpo nuevo, me entregó una madurez y una bomba de sentimientos que desconocía. —Buen día mi niña. —Le estaba dando besitos a mama— me dice Matu sonriendo —¿Cómo durmió mi bello durmiente?— le digo mientras cargo a Lilieth —¿Qué hace este hombrecito aquí?— le dice Matu a Alberto —Quería el amor de mis madres— le dice abrazándola y Matu lo llena de besos —Su cabello se está rizando— le digo a Matu —Mi mamá lo te