Adam me suelta, y yo me giro hacia él con ojos curiosos. ¿Cómo logró que confesara algo que ni siquiera sabía que sentía? —Tu poder no se va a revelar hasta que comiences a confiar más en ti misma. Necesitas tener confianza; necesitas creer que tienes el fuego dentro de ti... Y ayudaría si enterraras ese miedo que te impide avanzar. El miedo no es tu amigo, Amiera. Necesitas ser fuerte para ser la anfitriona de un fuego tan poderoso —me explica Adam. — ¿Realmente leíste muchos libros sobre mí? —le pregunto. Era la única razón que se me ocurría para explicar cómo él sabía mucho más que yo. Entonces él aparta la mirada de mí. —Sí, así es. — ¿Por qué? —Le pregunto— ¿Por qué era tan importante que leyeras tanto sobre mí? ¿Hay alguna razón que no me estás diciendo? Sin previo aviso, Adam