Xiomara se acercó a Nelson para preguntarle acerca de su rival. ―La llevaré a su camarote, ¿puedes avisarle al médico? Me gustaría que la viera, el golpe en su espalda parece que fue muy duro. ―Ya está avisado, irá a su cuarto a verla. ―Gracias ―le dijo sin quitar su vista de los ojos de la mesera. ―No hay de qué. ¿Puedo ayudar en algo más? Nelson entonces miró hacia el barullo que había, su jefe se había soltado de su escolta, pasó a llevar a unos niños que jugaban alrededor de la piscina y los había botado, unos hombres querían detenerlo para pedirle explicaciones, pero él parecía no escuchar; iba directo hacia Ulises. ―Yo voy a llevarla en brazos, ¿puedes ir abriéndome paso? ―Claro, claro. Vamos. Al día siguiente del incidente, Xiomara fue al camarote de su contrincante y