Viernes por la noche.
– ¡¡QUÉ QUIERES LÁRGATE DE MI CASA!! –. Grita Rocío aquél pervertido que se para a merodear afuera de su propiedad, pues Jeremy persigue al de la cámara y en una curiosa corretiza, los vecinos escucharon el alboroto y se asoman para ver el altercado presente.
Enrique ignorando que el de la cámara ya no lo enfoca, aún así se dispone a presentar que hay fantasmas que ni él puede ver, haciendo el payaso que de pronto Rocío trata de arrojarle piedras de su jardín, como ella nunca fue buena en los deportes Hans acude a su ayuda, sólo tiene que fingir que sostiene una piedra y él las arroja.
Enrique comienza a recibir el daño de las pedradas en cuanto Jeremy alcanza al de la cámara, lo embiste y lo tumba al suelo con la cámara enfocando a la casa y a Rocío aventando piedras a Enrique. En frente de la casa Emilio no puede hacer nada al momento, pero se fija que allá sigue grabando a dirección suyo y avisa a Rocío sobre la cámara.
– ¡¡JEREMY DESTRUYE LA CÁMARA!! –. Seguido él la sujeta, la alza como si se tratara de una roca y con fuerza la arroja al suelo rompiéndola en el acto, y seguido la pisotea.
– ¡¡Noooo, me costó muchos monarios!! –. Se lamenta el de la cámara. Luego Jeremy levanta al sujeto del suelo agarrándolo de la camiseta y le grita.
– ¿¡QUÉ DEMONIOS HACEN AQUÍ ALLANANDO PROPIEDAD PRIVADA HIJO DE TU PUTA MADRE!? –.
– So-so-so sólo grabamos para un video de internet fue idea suya LO SIENTOOO –.
Jeremy suelta al tipo ése y va hacia Enrique a encararlo, Rocío ya se había cansado de fingir que lanza piedras así que se detiene a observar que Jeremy se le acerca al otro sujeto y de la misma forma amenazante, lo agarra de la sudadera.
– Tienen diez segundos para largarse de aquí o si no, te retengo y mi amiga llamará a la policía –. Pero el muy imbécil lo reta.
– Qué vas hacer, el daño a nuestra cámara y las pedradas son prueba de agresión y te puedo denunciar por eso –. Sólo que Jeremy no se inmuta.
– Te sientes muy envalentonado perro –. Y contra amenaza.
– Quiero que sepas que soy abogado y si te fijas, tengo alrededor mío muchos testigos potenciales –. Dijo Jeremy mientras señala a todos los vecinos que salieron a ver el borlote que se armó.
Fue así como Enrique se aproxima con su compañero, toman lo que quedó de la cámara y salen alejándose de la casa y el vecindario.
En un momento una vez lejos de su vista de inmediato se lamenta.
– ¡Maldición! –.
– Qué sucede Jeremy –.
– Olvidé por completo retirar la memoria –. Acto seguido, todos los presentes del vecindario regresan a sus respectivas casas.
***
Sábado por la mañana.
Suena el despertador del celular de Rocío, ella despierta y lo apaga pero se fija que tiene un mensaje de Jasón…
“Lamento que mi concierto de anoche sea de p**o por evento y no hayas podido contratar tele por cable, pero ya subí la grabación en el enlace para que lo veas y si puedes pasarlo a Jeremy mejor. [www.linkparaconciertoenvivojk.com]”
Rocío baja las escaleras y nota que Jeremy sigue dormido en el sofá.
– ¿Jeremy, no tienes que ir a lo de tu audiencia? –.
Medio adormilado le contesta. – Es sábado, la justicia cierra los sábados –.
– Jasón me mandó un mensaje, dice que podemos ver la grabación de su concierto, luego te paso la liga –. Arreglando unas cosas le dice que tiene que ir a trabajar, por lo que Jeremy se levanta y ofrece llevarla, la cual acepta.
Una vez en la librería donde trabaja, nota que sólo falta Israel, y les pregunta a Emilio y a Hans. – Qué pasó con Israel, por qué no estaba en la noche ni tampoco ahora –.
Hans. – ¿Recuerdas que te mencioné de Abel?, creo que sigue con él –.
Emilio. – Abel es un Arcángel que nos envió para ayudarte –.
Rocío. – Sigo sin poder entender lo inverosímil de esto, no les entiendo –.
Mientras ella acomoda unos libros en las estanterías de descuento, una chica de aspecto extraño se para y la observa…
¡¡Miraaaaaaaar!!
– ¿Puedo ayudarte en algo señorita? –. Pregunta Rocío con una sonrisa.
– El libro de espíritus de Morgenstaft –. Seguido pregunta.
– ¿Puedo llevarme uno? –.
– Eh sí, tiene descuento hasta el próximo mes ¿Quieres que te lo cobre? –. Afirmando su respuesta, Rocío y la chica se dirigen a caja, lo marca, recibe el dinero y se lo entrega en una bolsa junto con su ticket.
– Gracias vuelva pronto –.
– Gracias, lo haré –. Luego señala hacia un estante de libros detrás de Rocío.
– Volveré para verlos, a ellos también –. Extrañada Rocío voltea como si en verdad no supiera nada.
– Eh quiénes, sólo estamos las dos –. Dijo con una sonrisa falsa.
– No te hagas tonta, los dos fantasmas detrás de ti –. Luego de un incómodo silencio, la chica extraña… ¡¡Miraaaaaaar!!
– Debo apurarme, gracias por su compra y como dije vuelva pronto –.
E inmediatamente regresa a la labor que estaba haciendo.
Terminando su jornada, y como la siempre su habitual ruta camina hacia la parada de autobús. – Díganme, qué pasa si una persona ajena sabe de su existencia pese haberlos negado a ustedes –. Preguntó Rocío.
Hans. – Si somos descubiertos… no sé, tendremos que preguntárselo a Abel –.
Emilio. – Eso depende, tiene que traer a Israel de vuelta –.
Rocío. – ¿Aún no recuerdan de cómo murieron ustedes? –.
Emilio. – También quisiéramos –.
Hans. – Eso lo sabremos sobre la marcha –. Cuando les faltaban sólo unos pocos metros para llegar a la parada, un autobús yacía detenido, esa era la señal para correr y pretender alcanzarlo. Desgraciadamente no llega a tiempo, el autobús ya había arrancado y decepcionada de ver cómo se aleja, Rocío pide a Emilio y a Hans que vayan volando de regreso a casa, pues no cree que necesite ayuda para un peligro, sólo que ellos se niegan, así que mejor esperan a que llegue el autobús siguiente.
De repente durante la espera, aparece de nuevo esa extraña chica y se junta para también esperar el autobús… ¡¡Miraaaaaaaar!!
A Rocío ya le parece muy molesta y perturbadora esa mirada, y lo peor, que se la encuentra dos veces en el mismo día.
– Se hace de noche ¿No te parece? –. Le pregunta Rocío.
– Obvio, mi hermano quedó de venir por mí, umm ¿Se habrá muerto? –. En estos instantes Rocío cree que puede subir al autobús y volver sola, pero no cree que sea apropiado dejar a una chica sola cuando está oscureciendo.
– ¿Necesitas que te acompañe a tu casa? –. Le pregunta y luego le responde con una respuesta fría. – Sí, creo, los vagos van a empezar a orinarse por ahí –. Señala.
Viendo la situación, lo más seguro es llamar a Jeremy aunque cree que de verdad no le gusta molestarlo así de esa manera.
– Mi hermano me dice que no debo ir con extraños –.
Contesta sonriendo. – Descuida, es amigo –. Y la chica… ¡¡Miraaaaaaaaaar!!
La mirada que aquella chica le causa mucha grima, con prisa saca su celular y marca a Jeremy.
– ¿Hallo? ¡Cómo estufas! –. Contesta.
– Jeremy, por favor hay una chica y yo a la que nos quedamos varadas y el bús no viene, ¿me ayudas porfis? –.
– CLARO QUE SÍ, DONDE SE ENCUENTRAN –.
– No exageres, sólo en la parada del bus donde siempre –.
– Voy para allá, espérame –. Cuelga la llamada.
Mientras esperan, un vago que sale del callejón sosteniendo una botella de alcohol se aproxima, pero Hans se pone enfrente y lo empuja levemente. Como el vago no sabe cómo o por qué está siendo empujado, rompe tirando al suelo la botella, jurando no volver a tomar… mentira lo va hacer. Pero esa chica mira al fantasma y comenta.
– Sin duda son tus ángeles de la guarda, cómo puedo tener uno –.
– Niña ya te dije, no sé de qué me estás hablando –.
Desconfiada esa chica… ¡¡Miraaaaaaaaaar!!
– De verdad, hasta pienso que eres muy rara, pero te llevaremos de igual modo –.
– Lo lamento, tomaré eso como un malentendido, pero yo sí puedo verlos –.
Rocío alegrandose que ella toma esa interpretación así, siente que ya puede estar más tranquila, pues se hizo más de noche pero unos faros se aproximan a la parada. Era Jeremy quien trae un auto sencillo, abre la puerta y Rocío aborda el asiento delantero, en cuanto esa chica… ¡¡Miraaaaaaaaaar!!
– No te quedes ahí parada, sube, él es amigo –. Le dijo Rocío.
Una vez abordo del auto, acelera levemente pero por detrás de la parada se aprecia un autobús aproximándose a bajar pasaje. – Dios mío trágame tierra –. Se lamenta.
Durante la marcha, Rocío se disculpa por pedirle este favor, aunque por parte de Jeremy, no hay de qué preocuparse, dos señoritas no deben estar solas así por la noche y menos cuando hay vagos cerca, podría ser peligroso. Pues Rocío siente que lejos que Emilio y Hans vuelan encima del vehículo para cuidar de ella, esa chica extraña no deja de mirarla incisivamente, la cual para no voltear hacia atrás, toma su teléfono con la pantalla suspendida y mira de ahí su reflejo… ¡¡Miraaaaaaaaaar!!
Sólo falta poco. Llegan en frente de la casa de aquella chica y se despiden, pero antes que Jeremy pise el acelerador, la chica extraña le comenta que los arcángeles sí existen. Da la vuelta y corre a entrar a su casa.
– Cómo que dice que los arcángeles no entiendo –. Cuestiona Jeremy.
– Bueno, como tú nos salvaste, debes ser uno de ellos –. De esa respuesta Jeremy sonríe y lo toma como un halago.
La chica extraña que entra a su casa se encuentra con su hermano, ve que está mirando detenidamente un video en su computadora y le recrimina.
– Se supone que tendrías que venir por mi, idiota –.
– Perdón, no pude, he estado en la tele, verás a tu hermano mayor en la tele –.
– Eso no es excusa, pudiste llamarme y decir que estás en la tele, idiota –.
– Lo sé, lo que cuenta es que volviste a salvo, ¿no? –.
– Sí, no te preocupaste ni un poco, idiota, me trajeron en auto, una mujer con dos fantasmas y un chinito –.
Sorprendido, a Enrique se le quedó helando la piel.
CONTINUARÁ ------->