La operación que Adebayo King le propuso a su hijo, aún no se pone en marcha. Unos días después de esa reunión, Jasón mensajea a Rocío y la busca cerca del lugar donde ella trabaja. Al parecer, la ve en la parada de autobús que frecuenta para ir a su casa de vuelta agregando que viene acompañada de una niña de cabello azul celeste.
– ¡¡Hola Rocío!! –. Jasón saluda desde una distancia media en la que se viene aproximando.
– Hace cuánto tiempo que no nos vemos, ¡¡mírate!! –. Devuelve el saludo con decoro.
Jasón – Perdón por buscarte luego de tu jornada es que, quiero pedirte… –. Jasón se interrumpe al sentir la mirada de aquella niña…
¡¡Miraaaaaaaar!!
Jasón – Hola mucho gusto cómo estás –. Se porta cortés.
– Doma fantasmas, quién es este n***o –. Grosera e inocentemente pregunta la niña.
– Eh eh jejej ejee qué simpática niña, ¿Es tu hija? –. Sonriendo Jasón trata de no caer en provocaciones al preguntar.
– No, no lo es, es una clienta que frecuenta la librería y viene a leer en el área de lectura gratis después de comprar un libro lúgubre –. Contesta Rocío. – De vez en cuando la acompaño a la parada para tomar el bus juntas y cada quién toma caminos para su casa –.
La niña sigue… ¡¡Miraaaaaaaar!!
Jasón – Como que tu amiguita me dio escalofríos –. Inmediatamente del comentario de Jasón, la niña se abraza fuertemente a Rocío preguntando por sus fantasmas.
– Dime dónde están tus fantasmas, este n***o es nuevo pero prefiero a tus fantasmas –. Inmediatamente llega un hombre… – Hermano –. Al mismo modo que Jasón, llama a la niña por su nombre – Estela, ahí estás vámonos a casa –. Al parecer el hombre que venía es su hermano mayor. Hostilmente Rocío lo reconoce.
Rocío – Tú eres ése pervertido que allanó mi casa grabando y haciendo un borlote en el vecindario –. Seguido ella propina a punta de morralazos. En ése instante Jasó interviene.
– Viejo me consta, el otro día vi en el show de Bananito Sudaca que invadiste su casa, y la llamaste embrujada, ora entiendo por qué la niña habla de sus fantasmas ¡no le carmomas la cabeza a una niña carajo! –. Su intervención generó que Enrique lo empuje. – No te metas en esto –. Accidentalmente Jasón tropieza y cae sobre Estela tirándola al suelo. Enrique logra presenciar que desde su perspectiva, la entrepierna del n***o se pulsa sobre la cara de su hermana, tras la indignación Enrique furioso arremete contra Jasón a golpearlo. Rocío levanta a Estela y se da cuenta que, un n***o en cada esquina se aproximan al lugar de la pelea presente, y vienen armados. Enrique se detiene.
– Te crees muy valiente por golpear a nuestro ídolo, men –. Dijo uno de tantos pandilleros que fingen ser sus fans.
Enrique – ¡¡Espera, él empezó!! Yo sólo quiero proteger a mi hermanita –. Seguido Rocío interviene mientras abraza a Estela. – Esperen yo inicié todo esto, es mi culpa –. Dijo ella con un brazo totalmente estirado buscando que los sujetos bajen sus armas y no disparen.
Jasón se posiciona entre Enrique y los pandilleros armados, levantando ambas manos para calmar la situación.
– Yo, yo, homies. Relájense de este rollo, ¿sí? Aquí no va a haber broncas. Guarden sus armas y regresen a casa. Esto no es nada más que un malentendido –.
Los pandilleros intercambian miradas tensas, pero la autoridad en la voz de Jasón finalmente los disuade. Uno de ellos asiente y hace lo que le pide.
– Como tú digas, King. Pero no olvides que estamos para lo que necesites –.
Mientras los hombres comienzan a dispersarse, Enrique avanza unos pasos hacia Rocío con Estela aún aferrada a ella.
– Ya pasó todo. Ahora, devuélveme a mi hermana –. exige con el ceño fruncido.
Rocío, que sujetaba a Estela, la entrega con cuidado, manteniendo una mirada seria hacia Enrique. La niña se aferra a su hermano, quien retrocede un par de pasos antes de girarse.
– Vamos, Estela. Vámonos de aquí –.
Jasón, ahora más relajado, observa cómo los dos hermanos se alejan gradualmente. Voltea hacia los pandilleros restantes y da un paso hacia ellos con tono firme:
– Yo, les dije que se largaran. ¡Ya estuvo! Váyanse a casa antes de que esto se haga más grande –.
Los hombres, aunque no parecen del todo convencidos, obedecen. Rocío, cruzando los brazos, observa a Jasón con una mezcla de agradecimiento y desconfianza.
– Mira, no quiero que te quedes aquí esperando el autobús después de todo esto – dice Jasón, girándose hacia ella. – Te llevo a casa. Mi auto está cerca –.
Rocío lo mira con el ceño fruncido, observando el área con la misma tensión que antes.
– ¿Y qué hay del idiota y la niña? No confío en que tus amigos no se les acerquen otra vez. Si vas a llevarme, llévalos a ellos también –. Exige con firmeza.
Jasón suelta una pequeña risa de convencimiento, sacudiendo la cabeza.
– ¿Si de verdad crees que van a seguirlos? Pero está bien, si eso te deja más tranquila.
Levanta la voz, llamando hacia la dirección en que Enrique y Estela se alejaban:
– ¡Ey, bro! Ven acá, voy a llevarlos –.
Enrique, deteniéndose a unos metros, se da la vuelta con desconfianza. Mira a Rocío, quien asiente en señal de que es mejor aceptar la oferta. Con un suspiro, regresa con Estela, aunque aún guarda distancia de Jasón.
Al llegar al auto, Jasón desbloquea las puertas con un clic, y Rocío sube primero. Enrique intenta convencer a Estela de que suba, pero la niña permanece en la banqueta con su característica mirada fija:
¡¡Miraaaaaaaar!!
– ¿Qué haces? Sube de una vez –. le exige Enrique con fastidio.
La niña gira la cabeza lentamente hacia él y comenta:
– Una vez pasó con un c***o. Ahora pasa lo mismo con este n***o –.
Enrique se lleva una mano al rostro, frustrado, y finalmente la levanta en brazos para meterla al auto. Una vez todos dentro, Jasón se dispone a arrancar cuando uno de los pandilleros se le acerca por la ventanilla.
– King, el jefe dice que el plan va a comenzar pronto. Acuérdate.
Jasón asiente con un gesto afirmativo. Enrique, en la parte trasera, escucha cada palabra, pero finge mirar por la ventana con desinterés.
– Bien. Ya oíste. Ahora vete. Ya les dije a todos que se vayan a sus casas –. dice Jasón con tono amigable, encendiendo el motor.
El pandillero asiente y se retira finalmente. El auto avanza lentamente por la avenida, mientras un tenso silencio se instala entre los ocupantes.
Mientras avanza el auto, Enrique no puede creer lo que acaba de escuchar. Por lo que comenta entre sus pensamientos: – Es algo de una pandilla no sé qué y estuvieron a punto de matarnos ¡La puta madre! –. Pensaba asustado mientras cuestiona cuál es la conexión del n***o con ésa mujer.
Jasón – Bro, la verdad no quería que esto pasara, me tropecé y si así crees que por eso me golpeaste, no pasa nada –. Se disculpa mientras está al volante.
– Si tienes hermanos menores, creo que te habrás dado cuenta, en especial si son niñas –. Contesta Enrique. – Soy el menor de tres, no tengo hermanas, pero no te juzgo, hiciste lo correcto aunque fuera yo –. Asiente Jasón con humildad.
– Por cierto, me dijiste que tu papá salió de una operación, cómo le fue –. Interviene Rocío. – Él está bien, me explicó que su operación fue algo extraña, pero al menos le compra unos añitos –. Explicó. – Y dónde está el c***o, hoy trajiste a un n***o –. – ¡¡Estela!! –. Inmediatamente Enrique la corrige.
– No pasa nada, así son los niños, curiosos y expresivos, nadie debería ofenderse por eso, cómo te llamas –. Enrique se presenta y cuando le pregunta su nombre, Jasón se impresiona. – ¿De verdad no me conoces? Soy el rapero Jason King, y disculpa no quiero alardear de mi nombre –.
– Ya te dije que no todos tienen que conocerte –. Lo encarrila moralmente Rocío.
– Bueno, como quiera deben escuchar música. ¿Escuchan Rap? –.
Con una mirada negativa se percibe que no es así.
Rocío - Música Indie
Enrique - Electrónica
Estela - Metal Neo Clásico
Jasón toma un disco guardado de un compartimiento frontal de su auto y los regala.
– Perdona, en la que viene a dos cuadras nos bajamos –. Le indicó Enrique.
Una vez llegando a su destino los dos hermanos se bajan y Estela sale corriendo a su casa con el disco en mano. – Gracias por traernos y señorita –. Le dirige la palabra a Rocío. – Luego iré a disculparme como se debe, perdón por los problemas causados –. dijo Enrique. Seguido de esto el auto se pone en marcha.
– ¿Y bien sobre qué es lo que querías hablarme? –. Preguntó Rocío. – Es sobre mi padre, me pidió hacer algo que parece… turbio –. responde. – Sabiendo a qué se dedica tu familia, no me parece raro ¿Pero no crees que es mejor llamar a Jeremy para resaltar detalles si se trata de algo ilegal? –. Le aconsejó esperar. – Tú sabes que mi padre te estima demasiado y no quiere que sus movidas se frustren, pero si un abogado puede estar al menos en mi defensa, lo esperaremos en tu casa –. Afirma Jasón.
Una vez llegados a la casa de Rocío, estaciona el auto, llegan a la puerta principal, entran y avanzan un poco más a la sala de estar, ambos se sorprenden de quienes estaban ahí esperando no fue nadie más que Hans, Emilio, Israel que ha regresado y por encima Abel que lo ha traído de vuelta.
– ¡¡FANTAAAASSMAAAAASSS!! –. Al final Jasón queda impactado.
CONTINUARÁ ------->