III. EL SHOW DE BANANITO SUDACA

1838 Words
Durante la noche, al interior de un edificio, dentro de un piso muy alto, yace ahí un hombre en su oficina, detrás de su escritorio trabajando cuando alguien toca la puerta y seguido abre. – Señor, ha llegado el material que solicitó esta tarde –. Era una mujer con lo que se confirma ser su secretaria. – De acuerdo, déjelo ahí cerca de la pantalla, lo miraré cuando termine de firmar esto, vaya a casa y tómese el fin de semana libre –. – Muy amable de su parte, bueno, me retiro –. Seguido se marcha la secretaria. Una vez que este hombre termina de firmar unos papeles, se dirige a la pantalla y toma lo que le ha traído su secretaria. Es un disco, prende la pantalla, lo coloca en la bandeja de un reproductor DVD y lo comienza a reproducir… “EL SHOW DE BANANITO SUDACA” Es la grabación de un programa de TV para niños donde sale un payaso con pintas poco coloridas como el principal actor y conductor del show, pues en su rutina presenta un concurso y la dinámica y luego a sus pequeños participantes… – Bueno ché! Ha shegado la hora de curarse este concurso, vamo a ver quién llega más lejos en esta etapa –. Presenta el concurso indicando distancias, entre una simple línea y unas peceras de una manera muy grotesca. – De aquí hasta ashá van a tratar de acertarle al vaso, con qué… ¡¡CON SU SALIVA!! –. Seguido el público presente aplaude. – No os precupá si fallar, no hay intentos máximos si llegá a escupí a los peces no pasá nada, “todo se vale”, sólo el primero quien tire su saliva a su vaso de ashá, tendrá la opotunidá de ganá ¡¡qué cosa locutó!! –. Alza el brazo señalando una cortina que inmediatamente se abre mientras el locutor del programa anuncia. – “El ganador se tendrá la oportunidad de ganarse UNA AVALANCHAAAA” –. Comienza a presentar a los niños, que son tres varones y dos niñas, les pregunta su nombre a cada uno de ellos, luego una pregunta donde responden con gracia, y comienza el concurso. – Esto no es lo que pedí –. Dice el hombre que mira la pantalla mientras ve cómo los niños van escupiendo tratando de alcanzar su objetivo, cuando uno de ellos, saca de su bolsillo una fajita y se la pone en la boca, apunta un poco más arriba en un ángulo de 45 grados aproximados y después de tres intentos llega atinar el escupitajo a su vaso objetivo. – ¡¡TENEMO A UN GANADÓ!! –. grita el payaso y ése hombre pone pausa al video para abrir una puerta que tocaban. – Me alegra que llegues a tiempo Lenny, quiero que veas esto –. Seguido continúa el video. – Pibe, cómo se te ocurrió la idea de shegá así con la fajita esa –. Pregunta el payaso – Mi padre y otros ejecutivos son dueños de la televisora y me dijeron cómo ganar –. – ¡¡UUUUUUHHHHHH!! –. Luego de un abucheo por parte de la audiencia, el expreso silencio incómodo dominaba en todo el foro. Entre dientes bajando encorvando la espalda y en susurro fuera del micrófono le dice el payaso – Niño cállate –. – VAMÓ A UNOS CORTES COMERCIALES CHÉ… y dice ¡¡ÓRALEEE!! –. Se salta la grabación los anuncios para continuar, y miran que el concurso ya terminó y pasaron a otra sección presentada, era la entrevista de un charlatán al que conocen como Quique Murry mejor llamado Enrique Murray. Presume de ser un cazafantasmas al que logró conseguir evidencia, y mientras el payaso y su invitado dialogan sobre el tema, este argumenta que de casualidad ha visto a una mujer flotar hacia un sillón así de la nada, así que decidió volver a explorar la zona para conseguir evidencia, en donde se aparece esa mujer junto con el recién personaje de los abogados “Jeremy Won”, donde conspiran irresponsablemente que si un abogado gana un juicio, es por que tiene a su lado mujeres que flotan y fantasmas que le apoyan con trampas. De una forma muy morbosa el payaso presenta el video… Mientras corre la cinta. – ¡¡QUÉ QUIERES LÁRGATE DE MI CASA!! –. Grita la mujer del video, mientras Jeremy sale al ataque a perseguir al camarógrafo para impedir que siga grabando. El metraje ha logrado tomar unas imágenes y seguido comienza agitarse ya que es a su operador a quien están persiguiendo y en un momento la imagen se visualiza que la cámara cayó al suelo pero ahora enfoca con una orientación de 90 grados la imágen, hacia la casa de esa mujer, todo ocurre mientras el exponente del video le arroja piedras ella y al camarógrafo está siendo golpeado por Jeremy. Cortan el video y… – ¿¡Huuuuy vieron ésas imágenes!? –. Exclama el payaso – ¡¡Hay fantasmas en la ciudá!! –. El hombre regresa un poco el video, para poder apreciar bien y le comenta a aquél asistente. – Comprendo que el hijo de mi jefe no dijo buenas palabras, qué bueno que esto no fue en vivo, llamaré para que no se transmita mañana –. – No te llamé para que vieras esto, pero sí, es buena idea, por consiguiente llama a la televisora, necesito que me traigas a ése payaso –. – ¿Bananito? No creo que haya hecho algo malo para que le propinen un castigo y además es su amigo de hace años –. – No me refiero a ése, hablo del otro payaso, al del video, hay algo que me inquieta y lo necesito aquí mañana mismo –. – Como usted diga –. Seguido Lenny sale de la oficina. Al día siguiente, Murray viene caminando buscando una dirección qué está anotada en su teléfono, esa dirección decía indicar el número 728 de la avenida Soleriano, y mira a su alrededor. – ¿Es una broma?, banco BENEMIR –. Para él no parecía ser una cosa real, sino que la verdad no cree que lo citen para que abra una cuenta bancaria. Llega a la recepción indicada y pregunta a una señorita que el señor Ertorini lo ha citado, en dónde puede ir. Esa señorita toma su teléfono y contacta directamente con el señor Ertorini. – Que alguien citado viene a buscarlo, ¿Cuál es su nombre dice usted? –. voltea a la visita – Enrique Murray, según le urge y por eso estoy aquí –. – Muy bien dígale que pase pero de inmediato –. Contesta Ertorini a la recepcionista. – Pase por el elevador de la izquierda y suba al piso catorce, toque la puerta de cedro y anúnciese –. – Gracias señorita –. Asienta cortésmente y seguido va hacia el ascensor. Llegando al piso y puerta indicada – Enrique Murray me ha citado para algo que necesita –. se anuncia. – Pase –. Contesta. Este entra la puerta y camina hacia el escritorio y le extiende la mano. – Carlos Ertorini mucho gusto –. – Ah sí, mucho gusto –. Responde mientras contesta el saludo de manos. – Te he mandado a llamar debido a tu metraje del viernes –. – Qué necesita que haga –. Pregunta Enrique. – De tu metraje hay dos cosas que me inquietan profundamente –. Proyecta en la pantalla una de las imágenes capturadas. – La primera, es esa casa y la segunda, los fantasmas captados en video –. – ¿No es mejor mandar a destruir esa casa si la habitan? digo, se van si no tienen a dónde vivir –. – Sólo quiero que te deshagas de ellos –. Enrique cuestiona. – ¿Acaso le hicieron algo cuando era niño…? –. Carlos al escuchar eso comenzó a cerrar el puño pretendiendo tener un arrebato pero continúa escuchando… – Sólo grabé el video para hacerme famoso, ya sabes apantallando ingenuos, no soy un cazafantasmas de verdad –. Entonces Carlos se calma y saca de su saco un fajo de billetes y se lo da por adelantado. – Ahora serás uno verdadero, pagaré por toda la tecnología que necesites ¡pero encuentra el método! –. Enrique se queda pensando un momento y pregunta. – Pero qué tal si fallo en la tarea de eliminarlos o si no quiero aceptar el trabajo ni el dinero –. – Puede que te dé otro trabajo, consiste en estar en la calle con una bandejita o un vaso mientras le pides sus centavos a la gente para ti… –. y enfatiza. – ¡¡En silla de ruedas!! –. Enrique de considerar esto como una amenaza, con una risa forzada y gustosa acepta el trabajo, pero lo peor que podría haber hecho es hablar de más. – De acuerdo, conseguiré gente y equipo como en las películas, pero sí usted lo va a pagar está bien, el otro día vi en las noticias que su socio murió y no quiero pensar que regresa como fantasma y quiera que me deshaga de él, es una locu..… –. De un arrebato Carlos se abalanza hacia él y le estruja del cuello para impedirle respirar. – ¡¡Sabes demasiado!! –. Y Enrique no respira, trata de safarse pero no puede. – Suponiendo que si divulgas esto como una teoría conspirativa me veré envuelto en un escándalo político y eso puede afectar mi reputación, pero aún así puedo librarme de ello ya que nadie tiene pruebas, en cuanto tú… –. Enrique se libra, y del miedo y pánico, se aleja hasta el otro extremo de la oficina y suplica que le deje colaborar con él, no le dirá eso a nadie y hará su trabajo bien. Luego Carlos se calma – Murry, ¿ Así es como te dicen en el medio público, no? –. Asiente Enrique asustado. – Coopera conmigo –. Saca un contrato que ya tiene elaborado previamente. – Fírmame esto y una vez termines con tu trabajo me aseguraré que te retires de trabajar el resto de tu vida con tres salarios mínimos diarios –. Seguido el contrato es firmado. – En la oficina de al lado, daré instrucciones a mi secretaria que te abra una cuenta si no tienes una, ve con ella y luego te transfiero dinero, úsalo para tu cacería –. Luego de unos minutos después, Enrique sale del edificio con los brazos y piernas temblando, cuando se fija que en su celular hay una notificación de ingresos a su cuenta, no lo puede creer, pierde el miedo y se va corriendo a saltos como si fuera la primera vez que se gana la lotería. CONTINUARÁ ------->
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