Con tan sólo tener nueve años, Rocío Albameira no para de estar triste por el accidente de su abuela Eugenia. Ocurrió que cuando ella y su padre terminaron su visita en su casa, por su edad, ella tuvo un accidente cayendo al suelo y con apenas sus últimas fuerzas y un viejo modelo de teléfono celular, llamó a su yerno Abraham, para recibir de su auxilio y llevarla al hospital.
Fue diagnosticada con Osteoporosis, lo cual provocó su caída y por encima de esta misma, fracturó su costilla y se le perforó un pulmón. Saliendo Eugenia de cirugía por lo ocurrido, en su cama que viene a verla Rocío y Abraham
–No estés triste mi niña, la muerte es un ciclo natural de las cosas y... –. Haciendo una pausa Eugenia, con apenas facultades para poder respirar, trata de decirle la verdad sin tener que ser brusca.
–Tienes que entender que me estoy muriendo, y cuando suceda, siempre haré lo posible para salvaguardarte en tu futuro a venir –.
Las palabras de consuelo a Rocío la han tranquilizado. Hazme un favor y llama a tu padre, tengo algo muy importante que decirle –.
Una vez entra su padre a hablar con su suegra, Rocío espera pacientemente y después de un rato suena una especie de clave roja, donde seguido llega al cuarto un equipo de personal médico y enfermeras y sale Abraham de ahí para no estorbar.
–Papá qué está pasando, por qué ellos se apresuran al cuarto de mi abuela –.
Contesta Abraham. –La abuela comenzó a tener complicaciones ahorita y ellos tratan de poder salvarla –. Inmediatamente sonando con el pitido indefinido el monitor de signos vitales. –Pero ni hasta los mejores médicos del mundo no podrán contra el designio de dios –. Dijo con la voz rota y las lágrimas apenas brotando.
La abuela Eugenia de apenas 73 años de edad, muere de hemorragia interna en la zona pulmonar en conjunto de elevada presión arterial.
*****
Unos años más tarde, teniendo veintidós años ahora, despierta por el sonar de llamada en su celular e impactada de haber tenido un sueño de recuerdo con lo acontecido de su abuela tiempo atrás.
–Dime Jeremy, qué sucede –. Contesta la llamada.
–Rocío anda, prende la tele y ponle al canal 12 que ya va a empezar–. Le dice en la llamada muy emocionado. Seguido de su petición, se dirige a encender la televisión y ve un show de un payaso para niños en la que en pleno programa en vivo, manda a cortes comerciales...
""¿Cansado de que no tengas el suficiente dinero para que te hagan justicia?”
“¿Cansado de que te den largas y se aprovechen de tu desesperación?”
“¿Cansado de ser estafado por abogados deshonestos y la incertidumbre de jueces corruptos?”
“Trabajaremos para usted y la seguridad de su bolsillo, nuestra firma de abogados, la firma Wong, les daremos la garantía que sus juicios, Mercantil, Civil, Penal Familiar le sean ¡¡HONESTOS!! ¡¡RÁPIDOS!! y por supuesto para usted, ¡¡ECONÓMICOS!! a precios flexibles..."
Con rostro intrigante Rocío continúa viendo el comercial con el celular a la mano, donde sale su amigo en pantalla detrás de un escritorio de despacho con el dedo apuntando a la cámara...
""¿Quieres ganar en tu próxima jugada? Llama a ¡¡Jeremy WON!!"" (su apellido es "Wong")
Sorprendida, atónita, no deja de sentir rareza al ver un anuncio tan hilarante. –Me gusta el cómo usaste tu apellido en un juego de palabras –. Aunque en realidad esto le dió pena ajena.
–¿Está genial verdad? ¡¡Pagué una fortuna!! y todo fue gracias a que la idea fue tuya nunca se me habría ocurrido esto y todo gracias a ti –.
–Es cierto que te aconsejé publicitarte pero nunca pensé que fuera en televisión –. Aunque en pensamientos internos. (No tengo el suficiente valor para decirte que tu comercial fue muy cutre) –. Y seguido pregunta.
–Dime cómo le fue a Jasón –.
– ¿No te enteraste? Dió una conferencia de prensa sólo porque no pudo salvar a un joven con cáncer, según hará una fundación para eso ¿No lo viste? –. Contestó Jeremy.
–Lo siento Jeremy, estuve trabajando, aparte tuve que ver el asunto de mi herencia, ya tengo que alzar mis cosas para mudarme a la casa de mi abuela, que ahora es mía, ya sabes, pero gracias por ayudarme con eso –. Dijo Rocío bostezando.
Agradeciendo el gesto, Jeremy y Rocío quedan de verse en el día de la mudanza. Por lo mientras tiene que empacar sus cosas para la mudanza. Cuando cuelga la llamada, la tele sigue encendida, en eso toma el control y sintoniza otro canal que por el momento se transmiten noticias...
""Se reportan la muerte de uno de los más importantes dueños del banco Benemir, Emilio Soto, que se ha determinado tras la investigación que hizo la policía al recuperar su cuerpo calcinado de los escombros que tuvo lugar en el accidente suscitado a las afueras de la ciudad en la frontera con el país contiguo. Los corresponsales informan que el avión privado en el que este viajaba, tenía como destino llegar al siguiente continente por asuntos de supervisión y de negocios. Los especialistas que han investigado el lugar del accidente, mencionan que fue... una falla con el sistema de navegación que se descontroló y perdió la orientación, el piloto que operaba desgraciadamente, murió."" Y dieron paso a transmitir la conferencia del socio del banco, Carlos Ertorini.
–Es lamentable, es lamentable el hecho que la persona con la que fue amigo mío, mi socio, mi maestro y compañero de trabajo se haya tenido que ver cara a cara con la muerte, yo no me lo esperaba, y no puedo estar conforme con lo que digan los peritos de la policía. Si hay un culpable, ¡¡ya sea el piloto, la prensa o hasta incluso la misma empresa de vuelos, pagaré hasta el último centavo disponible para que se llegue a la verdad y que los verdaderos responsables paguen por esto!! –. Orando el vicepresidente del banco con tanta fuerza, todos los periodistas apuntan sus micrófonos y toman fotos resaltando los destellos.
Mientras Rocío escuchaba la tele a la vez se detiene de estar empacando sus cosas. –Yo no entiendo por qué le dan tanta importancia a la gente con dinero –. Suspira y sigue empacando.
Llegando el día de la mudanza, desde temprano con las cosas listas y empacadas, salvo lo que se usará de almuerzo. Va con su casera, agradece el tiempo que se quedaron. Fue hace un tiempo en el que ella y su padre fueron desalojados de su casa por el banco y rentaron el apartamento en el que está, incluso después de la muerte de Abraham, continuó quedándose hasta llegar a la posesión de su casa, heredada por su abuela.
Pasadas unas horas, el camión llega al lugar y estando Jeremy presente, la ayuda a descargar sus cosas. El otro amigo al que mencionó en la llamada, Jasón, se presenta después de un rato, llegó con comida, bebidas botanas para festejar con ellos dos por su nueva casa.
–Ustedes dos son los mejores amigos que tengo –. Sincerándose Rocío, Jasón y Jeremy concuerdan que desde que se conocieron en la Universidad, moralmente ninguno de ambos tendría la confianza lo que los impulsarían a ser lo que son hoy, y todo gracias a sus consejos, su guía y su consideración.
–¡¡No hay reemplazo de amiga para nosotros!! –. Dijo Jasón brindando con un vaso de unicef lleno de cerveza.
–A ti no te importó lo perdedores que fuimos en la uni, e incluso decidiste ser una perdedora pese a tener todas las oportunidades de codearte con todos los imbéciles populares–. Con el mismo gesto de gratitud Jeremy alza el vaso.
–¡¡SALUD!! –. Haciendo el brindis, festejan, ríen y juegan tal y como los mejores amigos que son.
Cayendo la noche, los dos amigos se tienen que retirar.
–Es para un juicio de una mujer contra el banco Benemir que le quitó su casa sólo por la muerte de su marido y no pudieron pagar –. Jeremy tiene que preparar una audiencia.
–Yo tengo que organizar un concierto para los jóvenes genios con cáncer, "no puedo permitir que otra alma se pierda" –. Optimista Jasón, saca una libreta y hace notas de lo último que dijo como para una nueva canción.
Una vez que ambos se han despedido e ido, Rocío prepara su cama ya que mañana será un día de trabajo organizando la casa en la que vivió su abuela. Cuando busca de una caja un cargador que necesita para su celular, unos extraños ruidos se hacen notar en la cocina. Extrañada ella, se dirige a investigar, pero se suscitan los mismos extraños ruidos en la sala y consecuentemente en otras partes de la casa.
–Para mí, esto no está bien, tengo entendido que la casa cuesta millones de monarios (moneda) por el diseño y antigüedad y que no esté maldita –. Cuando siente una briza fresca detrás suyo, siente escalofríos mientras se voltea, mira una de sus cajas moverse por sí sola y seguido se espanta. No quiere volverse loca en su primera noche, cuando cierra los ojos...
– ¡No No No esto no está bien no está bien! Quiero la compañía necesaria y que me hagan saber que no estoy loca ni chiflada –. Desesperada cerrando los ojos, alguien le contesta.
–Gracias por necesitarnos, ahora puedes vernos–. Se voltea y del susto al ver un... Fantasma... ¡¡GRITA!! Seguidamente se desmaya.
– ¿En serio es ella la que nos evaluará? –.
–Yo qué sé, Abel fue muy claro, la primera chica que festeje con dos amigos –.
–Hans por favor, sólo tú puedes llevarla al sillón, ayúdanos –. Muy servicial el tercer fantasma sujeta a Rocío y al sillón la recuesta.
Pasada una hora despierta y lo primero que ve son a tres personas translúcidas que la miran, pero ya no tiene suficiente fuerza o sentido del impacto para desmayarse, lo único que espera es algo malo...
–Por favor sea lo que sean ustedes, si me van a matar que no me duela –. Los tres fantasmas se cuestionan…
–Esos son cuentos de humanos niña –. Contesta uno de ellos.
–Se supone que estamos aquí para ayudarte –. Dijo el segundo.
–Queremos que te sientas segura con nosotros y no nos temas –. Dijo aquél a quien llamaron Hans.
–Rocío aún con miedo cuestiona. ¿Puedo saber en verdad, sobre ustedes...? –.
Se presenta el primero de aspecto muy joven –Israel Méndez es como me llamo, lo primero que sé es que los conocí a ellos dos en aquél lugar –.
Continúa el segundo, un adulto maduro con patillas pronunciadas. –Yo soy Hans Reemann, me acuerdo que un ángel nos llevó aquí con usted y nos encomendó una tarea muy importante –.
Culmina el tercero, un hombre bien parecido con porte formal. –Pues tenemos una misión, que sabemos que alguien poderoso quiere hacerte daño y en ésa tarea debemos protegerte de él –.
Haciendo una humilde reverencia dice su nombre. –Emilio Soto–.
Rocío que apenas se acuerda de lo que vio en televisión hace dos días se sorprende y se queda completamente muda y recordando que... –Es el empresario millonario de algo, no me acuerdo, que murió en un vuelo–.
CONTINUARÁ ------>