3.SIN LÍMITE

1488 Words
–«¿Esto es real o me estoy volviendo loco?», Ren piensa mientras ella le acababa de decir dichas palabras. Ren muy disturbado no sabía que decir estaba en un estado de congelación. Keyra mira su expresión, se suelta de él y acomodándose la ropa le dijo: –Bueno si no quieres está bien, ya habrá alguien más. Aquellas palabras como la velocidad de la luz encolerizó instantáneamente a Ren por completo, su rostro y su mirada cambiaron drásticamente, parecía el propio diablo en persona. Entonces se le acercó dando pasos fuertes y de inmediato cogiéndola del brazo le dijo: –¿¡Que acabas de decir!? ¿Qué te sucede? ¡Tú jamás hablarías así! Keyra aún ebria ignora totalmente sus palabras, mira hacia otra dirección volteando los ojos. Cuando de pronto recibe una llamada, saca del bolsillo su celular y los dos se percatan que era Luka. Esto fastidia mucho a Ren pues estaba dispuesto a no permitir que él se enterase que ella estaba en ese estado y que al final acabase en sus manos. –¡Oh! Mi Luka –exclama Keyra de cariño, con la voz infantil. Esto ya sobrellevaba su límite más allá de lo que podía soportar él, sus cambios drásticos de humores eran insoportables, por lo tanto con los celos de punta, le quita el celular en un dos por tres sosteniéndolo con el brazo hacia arriba. Ella le grita: –¡Dámelo! (Mientras saltaba para alcanzar su mano desde lo alto). De pronto otro hormigueo revolvió todo su cuerpo haciendo que se agache automáticamente al suelo abrazando sus piernas. –¿Qué sucede Keyra? ¿Estás bien? Keyra un poco más lúcida le dice vergonzosamente: –No lo aguantoo… me siento extraña. Mi cuerpo totalmente me hormiguea, Ren quiero tener eso. –¿"Eso" ? ¿A qué te refieres con "Eso"? –¡Tsk! ¡Olvídalo quiero irme a mi casa ahora mismo! –responde ella alertada. Él se acerca a ella, la coge del mentón mirando su rostro, y ve en segundos su cara claramente roja y excitada. –Espera... —Él se acerca a sus labios rojos y los huele minuciosamente. –¿Keyra haz recibido algún trago de ese imbécil? –pregunta Ren. –Bueno sí, estábamos conversando y bailando por un rato, y creo que hubo varias veces que dejé mi vaso libre pero no tomé nada de lo que me dio. Ren se alza y la mira con una expresión fría y enojada. –¡Acaso eres tonta! ¡Por qué nunca andas con tus hombres, si sabes que vas a beber! ¡Se han querido aprovechar de ti drogándote y ni cuenta te haz dado! –¿¿Qué?? Ella se alza y aún con los síntomas del alcohol dice: –Es mejor que me vaya. Llamaré un taxi. –Deja que te lleve –exclama Ren. –¡NO! –¿Por qué? –Porque si sigo contigo no sé que llegaré a hacer. –¿No confías en tí misma? –¡No confío en esta maldita, droga! Ya dije demasiadas estupideces por hoy y ya no quiero decir ni hacer nada que me arrepienta después. –¡A mí no me importa lo que piensas! –exclama él desinteresadamente. Ren la sostiene del brazo y la mete a su auto, cerrando las puertas con pestillo para que ella no pueda escapar. –¡Abre! ¡Me voy a bajar! –¡¡NO!! – ¡ABREEE! ¡Que me bajo te he dicho! – ¡NO! Ya te dije. Ren aceleró rápidamente como un rayo y manejó sin destino fijo Al cabo de solo quince minutos, Keyra se había dormido. En esa situación no sabía que hacer, entonces inmediatamente no le bastó pensar tanto para llevársela a su casa. La saco de su auto y se la llevó cargando, ya era tarde y solo la ama de llaves los esperaba lista para que ellos ingresaran, ella le preguntó si necesitaría ayuda pero él solo le dijo que todo estaba bien y que él se haría cargo por sí mismo. Ren llevó a Keyra a su dormitorio, trató suavemente de sacarle las botas pero eso no bastó para que ella se despertara de un salto. –¿Dónde estoy? –Duerme Keyra... –Tengo sed, quiero agua –susurra suavemente mientras sobaba sus ojos. –Espera un momento. –Él se va a la mesa de noche y le sirve un vaso de agua. –Toma, bebe despacio. Keyra con una sed inmensa se toma el agua al porrazo dejando caer unas gotas por su mentón y cuello, Ren con mirar eso se tragaba la saliva por lo sensual que se veía. Entonces Keyra le devuelve el vaso y se le queda viendo fijamente incomodando a Ren del todo. –Bueno descansa Keyra yo dormiré en la otra habitación. –¿No te quieres quedar? –¡No! Debo hacerme un baño y lo tomaré en el otro cuarto –contesta Ren nerviosamente. –Pero lo puedes hacer aquí –le dice con voz y expresión lujuriosa. Ren la deseaba a morir pero no quería estar de esa manera con ella, pues ella solo lo deseaba por los efectos de la droga y eso dañaba un poco su orgullo. –«Ella está haciendo esto, no porque le nace quererlo hacer, sino por los efectos de las drogas. No te dejes engañar Ren», piensa él observándola. –Descansa –dice él con voz firme y seria. Ren sale de la habitación y ella como un gato por su presa va sigilosamente detrás suyo y ve en que cuarto ingresa. Él se desviste y con el estrés que llevaba encima, se relaja un largo rato parado bajo la caída del agua de la ducha para así relajar sus pensamientos y su calentura. De pronto alguien apaga la luz y él sin entender la situación, comienza a tantear automáticamente la llave de la ducha para cerrarla, cuando de pronto sus manos rosan con algo suave y siente un cuerpo esbelto, pequeño y caliente; Era Keyra que estaba completamente desnuda dentro de la ducha junto con él. Ren no podía más, ella había dado un paso grande sobre él. Su mente le pedía control pero sus demás sentidos querían lanzarse sobre ella. Keyra se le acerca suavemente acaricia su pecho y tanteando con las yemas de su dedo busca sus labios para jalarlo y darle un apasionante beso. Ren ya no pudo contenerse más y la sostuvo fuertemente de la cintura. [REN] Sus manos delgadas están acariciando mi cuerpo, se siente tan satisfactorio e increíble. Después de tantos años puedo sentir todo su cuerpo completamente de esta manera. Su delgada silueta está toda mojada, palpo la llave de la pared y la encuentro, cerrando de inmediato el agua. Luego con la misma mano toco su cabeza sintiendo la cola de su cabello, por consiguiente cojo y boto su liga dejando caer su largo cabello sedoso que me encanta tanto, su olor se sentía tan gratificante y dulce. La estoy arrinconando y besando sin cesar, siento sus senos en mi abdomen, me cansé de estar en esta posición y probé en levantarla. La sigo besando con intensidad y comenzamos a tener sexo como lo hacíamos en aquellos tiempos. Por un momento me olvidé por completo de todo, estaba totalmente perdido de sus delicadas caricias. Después de estar unos minutos en el baño la llevé a la cama, seguí con los besos y me puse encima de ella. Juntando y entrelazando nuestras manos consumimos nuestra pasión una y otra vez por casi toda la noche. A LA MAÑANA SIGUIENTE... Keyra durmiendo cómodamente en la cama boca abajo, con los brazos y piernas extendidas, escucha el sonido fuerte de su celular al lado de la mesa de noche; era una llamada entrante, entonces entre ojos medios abiertos contesta: –¿Hola? –¡Keyra! ¿Dónde estás? –En mi casa ¿Por qué? –¡No mientas! Estoy aquí y la verdad que ninguno de nosotros te vemos en ninguna parte. –¿Ah? De pronto ella se alza de un salto, apoya el celular en la cama y comienza ver a su alrededor. –¿¡Dónde diablos estoy!? –murmura. De repente se percata de la persona que sale del baño y ella automáticamente alza el celular y responde velozmente: –Luego te llamo. –Colgando al instante. Con un rostro totalmente pálido mira a Ren saliendo de la ducha con la toalla en la cintura, mostrando sus enormes abdominales que casi la hacen babear. . –¡Buenos días, Keyra! Deberías también hacerte un baño, anoche estuviste magníficamente intensa –le dice Ren con voz vacilante. Ella extremadamente anonadada y con los ojos bien abiertos, se exalta y lo único que pudo decir fue: –Espera... ¿¿¡¡Qué!!??
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