Sumirgada en lla penunmbra de un pequeño saloncito, recostada contra el diván, descalza y con sus piernas ligeramente flexionadas como si no le importara arrugar la seda del vestido, se halla una mujer de aspecto androjaso. Su cabello esta todo desaliñado y el esmalte en sus uñas esta completamente arruinado, aquella bella manicura que le hicieron tan solo unas horas atras estaba completamente arruinada. Sostiene con una mano sobre su vientre una botella de vino Syrah medio vacia, mientras que con la otra mano sostiene una fotografia frente a sus ojos donde mira con detalle cada faccion del rostro del hombre que sonrie con amor y ternura junto a un pequeño husky.
-¿Dónde estas?
Pregunta la mujer como si esperara que alguien le respondiera a su deseo.
Toc toc toc.
Alguien toca a la puerta, era el ama de llaves de la mansion, Luci.
-Señora, no ha comido nada desde esta mañana .
No hubo respuesta alguna pero Luci siguiendo hablando.
-Seguramente esta sin apetito pero debe comer algo, me pondré muy triste si la Señora de la casa enferma. Le traje un poco de fruta, llame a la casa de sus padres y me dijeron que las uvas eran sus favoritas.
El pomo de la puerta se mueve un poco, era Luci quien intentaba entrar al saloncito sin embargo sus intentos fueron inutiles debido a que estaba cerrada desde adentro. Esta vez Luci hablo con un tono de voz mas preocupada:
-Señora, ¿se encuentra usted bien?. Por favor deje me pasar, al menos para confirmar que se encuentra bien.
-... dejalo en la puerta.
-¿Señora?
-Dejalo ahi, Luci. Cuando tenga hambre ire por el plato de fruta.
-...pero...Señora...
Luci dudo un momento en hacer caso a las ordenes de la Señora de la casa, siempre se siento orgullosa de cumplir todas las ordenes del Joven Amo por mas imposible o ridícula que fueran siempre responde inmediatamente con un "Si, Señor". Pero cuando conocio a la esposa de su Joven Amo, las cosas cambiaron y muchas de las ordenes que la Señora le delegaba dudaba antes de cumplirlas.
-Luci, deja el plato y vete.
-...Esta bien pero al menos prometame que comerá aunque sea un poco.
-Si, lo hare - mintió con descaro.
Luci decidio dejar insistir por temor a molestar a la Señora, asi que dejo el plato de fruta en la puerta cubierto con una servilleta raso blanca. Se escucharon como los pasos del ama de llaves se iban alejando poco a poco. Una vez que el sonido desapareció y estuvo segura de que no habia nadie afuera en el pasillo se reincorporo sobre su asiento con pesadez, sentia como si cargara con algo muy pesado sobre sus hombros.
- Aahg
Un leve dolor de cabeza la hizo ver estrellas por una milésima de segundos, un dolor indescriptible en la que termino soltando la botella de vino y la fotografia para sostener su cabeza porque sentía que le iba a estallar. Intento relajarse, exhalo e inhalo unas cuantas veces, su cabello tan n***o como el cielo nocturno callo sobre sus hombros deshaciendo por completo el peinado que la estilista le habia hecho al mismo tiempo que le hacian la manicura. La botella rodo por el suelo.
CLACK
Sono el vidrio golpeando otra botella, aquel minucioso ruido hizo que levantara la vista y se percaté de nuevo del lugar en donde estaba. Era un saloncito ocupado por algunos finos muebles, un librero con algunos libros de leyes, algunas pinturas y un escritorio de caoba. Todo en el lugar, como el resto de la mansion, le causaba una sensacion de soledad y extrañeza a la que aun no se habia podido acostumbrar y que deseaba que siguiera asi hasta el fin de sus dias. Luego miro el suelo y vio las botellas de vino regadas por el suelo, una sonrisa se dibujo sobre sus labios, habia asaltado la bodega del Demonio y dañado su bien mas preciado, eso le habia dicho Luci cuando le dio un recorrido por la mansion.
- Estupido Demonio.
Luego de lanzar otras tantas maldiciones al aire, se puso de pie decidida a volver a asaltar la bodega del Demonio hasta el punto en que considera que logro hacerle suficiente daño. Dio un paso, luego otro, el piso se movia o bien era por los efectos del alcohol. Despues de todo habia tomado cinco botellas de vino de diferente clase.
-Tomare solo...una mas.
Se prometio a si misma como si intentara convencerse de su pequeña mentira. Volvio y dio un paso, esta vez mas firme y camino lento, pero seguro. De pronto, un ruido fuerte viene del otro lado, el sonido se hace cada vez mas fuerte sin embargo por el estado de embriaguez en el que se encontraba creyo que era por los efectos del alcohol en su cuerpo, aunque las alucinaciones le parecían muy reales, volvio de nuevo ese leve mareo.
-Espere! Por favor! - grito Luci alarmada
-¡¿Donde?!
Se escucho un portazo proveniente del pasillo, luego otro y otro. Alguien abría y cerraba las puertas de las otras habitaciones con tosquedad.
CLACK, CLACK, CLACK.
Se escucha el sonido del cristal cuando choca con otro, la Señora de la casa habia intentado llegar a la puerta en su estado pero termino pisando un botella de vino que le hizo perder el equilibrio y termino callendo sobre el trasero.
-Joven Amo, espere por favor, si lo ve asi la va asustar.
-Esta ahi, ¿no?.
- Me dijo que solo iba a descansar. Seguro duerme, Joven Amo.
El pomo de la puerta se movia, la persona al otro lado de la puerta intentaba abrir pero no podia.
-¡JOVEN AMO!
Grito Luci. De repente la puerta se abre de par en par y se presento una figura masculina, su presencia era como la de un verdadero Demonio, un aura negra y hostil. El habia sido quien le dio una patada tan fuerte a la puerta hasta el punto de dañar la cerradura. Encendió las luces del saloncito y lo que termino por ver hizo que la vena en la frente sobresaliera.
-¡Señora!
Grito Luci entrando al saloncito sobresaltada.
-Durmiendo, ja, malditas mentiras - su tono de voz era amenazador - bebiendo, querés decir.
-Yo...yo lo siento mucho, Joven Amo - se disculpo Luci nerviosa
-Solo verte en estado hace que se me revuelvan las entrañas.
Aquellas palabras hicieron que se estremeciera, apretó con fuerza los puños intentando evitar derramar lagrimas.
-Si sabes que dia es hoy, verdad?
Pregunto el hombre a la mujer que yace sentada en el suelo en medio de las botellas de vino vacias, con un vestido completamente arruinado manchado por el vino y una caballera totalmente desordenada.
-Tienes al menos una idea del dia que es hoy?
-...
-Joven Amo - interrumpe Luci - venga, venga, vaya a su despacho y se calma un poco. Le ayudare a la señora a estar presentable y, y, y la llevare con usted.
Sin embargo, ignoro las palabras del ama de llaves y se acerco a la mujer. Su presencia era imponente.
-Responde aunque sea. ¿Que tus padres no te enseñaron modales?
-...
-¡HABLA DE UNA MALDITA VEZ MUJER! ¿POR QUÉ CARAJOS NO FUISTE AL RESTAURANTE?
-...Señora... - murmuro Luci preocupada.
-...lo siento.
-¿Qué dices? Habla mas fuerte.
-Perdon...
-Ja, perdon...ja,ja,ja - se rio el hombre de manera extraña - ¡MALDICIÓN!
El hombre agarro una botella de vino y la estrello contra la pared de la rabia que tenia. Luego volvio a dirigirse a la mujer.
-¿Sabes cuánto perdí hoy? ¿Tienes idea del daño que me hiciste?
-...
-Mirame cuando te hablo - se inclino y sujeto a la mujer por el brazo y de un solo jalon la levanto del suelo.
-Por lo normal me importan una mierda tus caprichos - decia el hombre ofuscado por la ira - me da igual lo que hagas con tu vida dentro de esta casa pero...
La sacude toscamente con el fin de que levantara la cabeza y lo viera directamente a los ojos. Habia miedo en su mirada. Siguió hablando el hombre.
-...mientras tu y yo sigamos casados, debes tomar tu rol como esposa y cumplir con tus obligaciones. ¿Entendiste?
No hubo respuesta alguna por parte de la mujer, esto impaciento al hombre y la sacude de nuevo como si fuera un trapo viejo. Levanta la voz irritado.
-¿ PREGUNTO QUÉ SI ENTENDISTE?!
-...Si,...señor - dijo con un tono de voz temblorosa
-Bien
La solto del brazo toscamente.
-Luci.
-Si, Señor!
-Llevatela y haz que luzca decente, la quiero lista para la cena de las 19. Y no la pierdas de vista, si es necesario ponle un guardaespalda. Y manda a llamar a alguien para que organice este desastre.
-Si señor.
Luci se apresuro para llevarse a su Señora tomando la de la mano con delicadeza como si tuviera miedo de romperla, pero antes de salir del saloncito el hombre le dijo por ultima vez.
- Espero que te sepas comportar esta noche, no voy a permitir que mi ESPOSA arruine mis negocios por sus caprichos de adolescente. Ahora, largo.
Una lagrima rodo por el fragil rostro de Lorena.
Ambas mujeres salieron de ahi a paso ligero hasta desaparecer.