Ana llega a la hacienda llorando y sube rápidamente a su cuarto y le dice la Sra. Mirtha que si la puede ayudar en algo y la sigue hasta su cuarto, Ana entra al baño para quitarse la ropa mojada mientras sus quejidos de lagrima pueden escucharse, la Sra. Mirtha preocupada le pregunta que tiene y ella le dice enojada y alterada que su matrimonio es una fachada que Arturo no la ama que el quiere a otra mujer y que lo de ellos es solo un contrato antes la sociedad pero que ella lo Ana con todo su corazón pero que eso no es suficiente, la Sra. Mirtha le dice que entiende pero que se calme, le dijo que tratara de calmarse. Ana se sentó en su cama y se calmo y le pidió excusa por responderle enojada y la Sra. Mirtha le dijo que entendía, y la abrazo para calmar sus llantos, a partir de ese mome