Genesis contuvo una mueca de dolor cuando Flor sacó otro pedazo de vidrio de su piel con un poco más de fuerza de la que necesitaba. Sin embargo, no podía culparla y se mantuvo en silencio mientras seguía sacando los trozos de su piel. Se dio cuenta de que un ceño adornaba la cara de ella ya que le contó lo que había pasado la noche anterior, esperaba un regaño de la rubia pero en cambio recibió el tratamiento silencioso y eso fue mucho peor. Habría preferido escuchar cómo la miraba con el ceño fruncido gritando lo estúpida que había sido, pero en vez de eso solo tuvo una mirada de enojo sin decir una palabra. Sinceramente, ella no sabía por qué abandonó el apartamento bruscamente, en ese momento ella pensó que era la decisión correcta ya que realmente no le importaban mucho sus cosas, n