Emmanuel tomó su trago de golpe. —¿Querías ser monja?—preguntó centrando en ella toda su atención. —Quizá si, pero la verdad no tuve otra opción, fue una situación complicada— dijo Brenda tratando de evadir la pregunta, y sin querer profundizar en lo sucedido. Emmanuel entendiendo que era un tema del que ella no tenía muchas ganas de hablar y menos con alguien que apenas conocía, pero ahora estaba más interesado en saber un poco más de la joven ejecutiva. Estar cerca de ella le dio tranquilidad, se sentía a gusto y eso es algo extraño para él, pero a medida que entraron en confianza la conversación avanza y sale lo divertido del joven empresario. Las risas hicieron su aparición, todo parecía indicar que se habían olvidado de los otros invitados, el padre de Emmanuel, que se llama