Motivo Para Celebrar

1885 Words
️ Me presento soy Brenda Castillo Bravo, soy la menor de seis hermanos, tengo veinte años y llegó cinco internada en un convento, cuando cumpla mis veintiún años haré los votos, tomare mis hábitos y sellare mi condena. Sí, mi condena, les contaré un poco de cómo era mi vida antes de llegar al convento de la sagrada familia. Era la niña consentida de una adinerada familia, dueña de grandes empresas de publicidad, con acciones en aerolíneas, empresas de moda y algunos de los bancos más importantes del país. Mi padre, el reconocido Arturo Castillo y de la reconocida ex reina de belleza y actriz Sofía Bravo. De esta adinerada y conveniente unión nacieron tres guapos varones y tres hermosas mujeres. De mis hermanos solo el mayor vive cerca de nosotros, los otros dos están radicados fuera del país y han hecho sus vidas hace mucho tiempo, mientras mi hermana se dedico al servicio espacial y hace varios años no sabemos de ella o mejor ella no quiere saber nada de nosotros. Mi familia es fanática de las fiestas y reuniones sociales, cualquier motivo es bueno para celebrar, a pesar de su espíritu alegre, mis padres son muy tradicionales en la educación de sus hijos. Amigos, novios y esposas, son escogidos para sus hijos cuidadosamente entre los conocidos de su mismo nivel social, así fue como conocimos a los hermanos Santodomingo hijos de un reconocido empresario dueño de las grandes empresas de llantas e importadores de las marcas de automóviles de alta gama que recorren las grandes autopista del país. Pero mi vida cambió en una de esas celebraciones. Era el cumpleaños de mi madre y por supuesto no podría faltar una celebración por todo lo alto, nuestras casa de verano a la orilla del mar, era el sitio perfecto para una fiesta de tan alto nivel, había sido decorada de forma elegante, los arreglos florales blancos, combinan muy bien con los adornos dorados, teníamos una playa privada que fue dispuesta para la comodidad de los invitados, una pista de baile en el mar para que los ms jóvenes disfrutarán de la música moderna. Nadie se atrevería a preguntar cuantos años cumplía, pero mi madre estaba orgulla de cumplir sus primeros cincuenta años, por esta razón la decoración incluye el número cincuenta en cada lugar notable del salón. Los platos habian sido preparados por reconocidos chef, "solo lo mejor para mi reina" decía mi padre, nada era suficiente para hacer feliz a la mujer que ama. Entre los invitados, importantes personalidades de renombre, políticos, empresarios y grandes personajes de la farándula nacional, entre ellos estaba la familia Santodomingo, la ilustre pareja llegó acompañada de sus dos hijos, casualmente de las mismas edades de mi hermana y yo, diecisiete y quince. Mi hermana Xiomara, mi mejor amiga y cómplice de pilatunas y yo nos parecíamos demaciado, ambas de 1,65 cm de estatura, cabello largo n***o azabache, ojor azules y una piel bronceada por el sol de las playas de Aruba a donde viajábamos el fin de semana a estar con nuestros abuelos maternos. Para la celebración del cumpleaños de mi madre decidimos vestir del mismo color, un hermoso tono palo de rosa, vestidos finos y elegantes, aunque de diferente modelo, mi hermana escogió un vestido con transparencias y algo de escote, el mío era un poco más discreto, cuello alto y largo, con algunos brillos, la fiesta estaba saliendo perfecta, todo era risas, las pareja bailaban, los empresarios disfrutaban de sus temas de conversación mientras bebían whisky de la mejor calidad. Yo nunca bebo licor, pero esa noche mi padre insistió tanto que terminé aceptando tomar un poco solo para agasajar a mi madre. —Hija, no seas tan agua fiestas, un poco de licor no te hará daño, debes aprender a consumir alcohol de forma moderada de esa forma tu organismo se va a acostumbrar — dijo Arturo mientras su hija se acerca acatando su llamado al lugar donde el se encuentra con algunos empresarios —Pero papá, nunca he tomado alcohol, solo su olor me produce náuseas, ni siquiera soporto el olor de la cerveza— le contestó Brenda, tratando de no ser escuchada por los invitados —Pero es el cumpleaños de tu madre, tomate uno solo, mira hay viene con un fotógrafo,no querrás que nos vea discutiendo— le dijo mientras señala detrás de ella. ️ La agasajada se acerca y Brenda no tiene remedio que hacer una reverencia a su madre en señal de saludo y bebió el trago. Ocultándose tras su padre, disimulo la incomodidad causada por la bebida. Su madre se reune con ellos y mientras saluda a los asistentes le dice al oído —Gracias hija, se que no te gusta para nada el licor, lo haces solo por complacer a tu padre en este especial momento no sabes como te lo agradezco. ️Después de un par de fotos con sus padres, la reconocida y apreciada exreina continuó saludando a los invitados que complacidos se tomaban fotos con ella. Pero Brenda cree que se ha librado de la conversación con su padre, pero este la detuvo. —Tienes una hija muy puritana, estará complicado que pueda asistir a eventos sociales y esas cosas, sabes que siempre ofrecen licor— dijo al oído de Arturo, el señor Santodomingo, señalando lo que Brenda quería ocultar —¿A dónde vas? Crees que puedes engañarme, note que tiraste gran cantidad del trago en la matera que estaba tras de mi, ven tendrás que repetir— le dijo Arturo a su hija ofreciéndole nuevamente un trago. Con una mueca de molestia en su rostro, Brenda se dirigió al señor Santodomingo, era notable que había escuchado lo que le había dicho a su padre y más aún que sabía que él la habia delatado. —Lo siento señor Santodomingo, quizá no esté interesada en hacer parte de esa vida de las altas esferas, donde beben hasta para humedecer la garganta, tengo otros planes en mi vida. Sabiendo que su hija era capaz de decir cosas que no debía la interrumpe, poniéndole el vaso en sus manos. —No aceptó discusiones hoy, así que quiero ver que te lo tomes y no dejes derramar ni una gota. Su padre continuó insistiendo, le dio un trago y luego otro y así en varias ocasiones , sin aceptar la negativas de su hija que en varias ocasiones intentó alejarse, pero ni él, ni el señor Santodomingo se lo permitieron, así siguió hasta que su mente se nubló. Cuando despertó estaba en la clínica, su madre lloraba, su padre aparenta un sentimiento de culpa en el que oculta una ira inimaginable, su mirada le hizo saber que algo estaba mal. El médico de la familia llegó y todos salieron de la habitación, su madre la miraba con ternura y compasión, su padre le esquiva la mirada, su hermana entró al cuarto y cerró la puerta. —Hermanita, ¿cómo te siente?— preguntó, dándole un beso en la frente mientras arregla su cabello —Aún con mareos, todo me da vuelta, le dije a mi padre que no me gusta el alcohol, pero el siguió insistiendo, que ya era hora de aprender a tomar en sociedad, que tenía que aprender a controlarlo— dijo Brenda, mientras trata de ponerse en una posición más cómoda. —¿Y no te acuerdas de nada más?— preguntó Xiomara tratando de hacer pensar a su hermana. — No, bueno si, me acuerdo que tenía unas inmensas ganas de tirarle un trago en la cara al señor Santo Domingo, por su culpa mi padre se dio cuenta de que bote el trago en la maseta, pero ¿por qué me preguntas si recuerdo algo más? ¿Hice algo mal? No me digas que avergonce a nuestros padres. —No hermanita, no pasó nada, solo te desmayaste después de beber todo lo que papá te dio, el se siente culpable, pero cuéntame que fue lo que pasó con el señor Santodomingo. Brenda: Bueno, te lo cuento después, yo estoy bien, lamento haberle arruinado la celebración a mamá. Por favor me ayuda a levantar, quiero ir al baño. ️ Cuando Brenda intenta pararse, sintió un fuerte dolor en la cintura y en su entre pierna, sentía como si sus caderas estuvieran abiertas, el dolor era irresistible y no podía coordinar sus paso, la angustia que sintió su hermana hizo que la soltara y la dejó caer. Su padre que veía todo desde la ventana, entró corriendo a la habitación la alzó en sus brazos y la puso nuevamente en la cama. —¿Papá, que me pasa, por qué no puedo caminar?—Esa fue la pregunta que Brenda le hizo una y otras vez, estaba tan alterada que tuvieron que llamar a la enfermera para que le suministrara un sedante. —Deben decirle la verdad, ella no lo recuerda en este momento, pero su mente le empezará a mostrar imágenes y eso será frustrante— dijo el doctor Villareal, el médico de la familia y quien era uno de los invitados a la fiesta. — Pero cómo le voy a decir a mi niña, que dos jovenes, hijos de una de las familias más prestigiosas del país, abusaron de ella cuando me pidió que la dejara ir a su cuarto, porque se sentía mareada— protesto Arturo, mientras tomaba su cabeza entre sus manos —Fue mi culpa, debí aceptar su negativa cuando me dijo que no quería licor. —No te culpes amor, que te ibas a imaginar que algo así pasaría— dijo su esposa, tratando de consolarlo —Ve y descansa, yo me quedare con ella —No mamá, yo me quedare con ella, tu lloraría toda la noche y eso es lo que menos necesita Brenda, mejor ve y descansa, mañana la llevaremos a casa y necesitará toda nuestra atención—dijo Xiomara, sacando a flote el amor protector que siente por su hermana. ️Sus padres se van a casa y su hermana se queda con ella, se acuesta a su lado como lo hacía cuando Brenda estaba pequeña y tenía miedo de dormir sola. Pero Brenda a pesar de estar sedada siente que alguien la acaricia y se despierta gritando, su hermana trata de controlarla y no es capaz, tocando el botón de pánico, pide ayuda a la enfermera. Al día siguiente, es dada de alta con la recomendación de llevarla a tratamiento de psiquiatría. En la casa de la ciudad, está casi toda la familia reunida, su padre la lleva cargada a su habitación, sus hermanos mayores que llegaron de visita por la celebración y tuvieron que quedarse por lo sucedido esperan por ella, junto a sus esposas y sus hijos le dan la bienvenida, pero aún así la tristeza se siente en el aire. — Alguien me puede explicar ¿que pasa? ¿Pasó algo la noche de la celebración del cumpleaños de mamá, hice algo malo? La verdad no logro acordarme— dijo Brenda sin entender que sucedía. —No hermanita tú no hiciste nada, solo te pasaste de copas y aun estas bajo los efectos del alcohol. — Yo le dije a papá que no quería licor, no me gusta, pero bueno era el cumpleaños de mamá y era un motivo para celebrar.
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