La noche fue corta, para cuando el sol salió Emmanuel aún estaba despierto, al salir de su habitación se le notaba que no había dormido mucho. —Por lo visto anoche un par de jóvenes no durmieron—dijo Pilar la tía de Emmanuel y madre de Samuel. —Yo si dormí—dijo Samuel, sobando sus ojos. —Solo que me faltaron unas horas de sueño—continuó diciendo. —Al parecer Emmanuel no durmió en toda la noche, lo escuché por los pasillos a la madrugada—dijo su tía mientras servía el desayuno. —¿Y cómo sabias que era yo? —Reconozco los pasos de cada uno, no es necesario verlos para saber quién es. —¿Hijo qué tal estuvo tu cita? Anoche no nos dijiste nada. —Estuvo bien papá—dijo mientras se le escapa una sonrisa. —Por lo que veo más que bien, es bueno verte sonreír tan temprano, aún cuando es