Narra Paola —Paola, ¿estás comiendo?— pregunta mamá. Se ve tan frágil. Soy yo quien debería preguntarle si está comiendo. Prometí que vendría de visita hoy entre clases. Gracias a Dios lo hice.No había comida en la casa y había que limpiar el lugar. Acabo de volver del supermercado con la compra y ahora estoy limpiando la cocina. —Mamá, mírame. Me vendría bien un día libre de comida— me río. Ella niega con la cabeza y se acerca para darme un abrazo. Dejo de limpiar la encimera y le devuelvo el abrazo. —Por favor, no hagas eso. Por favor, no dejes que me preocupe de que no comas —suplica y me suelta. No puedo superar lo frágil que se ve. Ella dijo la semana pasada que el nuevo medicamento a veces le hace perder el apetito y le da a todo un sabor extraño. —Estoy comiendo, mamá. estab