El club del sexo

Encuentro

Narra Javier

Nunca te involucres con un estudiante... Era la única regla por la que viví cuando decidí enseñar.

Nunca me ha faltado una mujer en mi brazo y siempre hay un suministro interminable que está dispuesto a hacer lo que yo quiera.Entonces, ¿por qué me estoy fijando en la única mujer que sé que no puedo tener? El que potencialmente podría destruir todo lo que trabajé tan duro para conseguir. Nunca te involucres con un estudiante...

Claro, no hace falta decirlo, pero eso fue lo más alejado de mi mente cuando besé a Paola Calderón esa fatídica noche en un bar hace dos años.Lo sabía mejor cuando lo hice, pero lo hice de todos modos.

Ahora estoy aquí en el club del sexo Ferrer contemplando lo que traerá el mañana.

Será la primera vez que la veré desde que le dije que no podíamos involucrarnos. He estado en este estado de cambio desde la semana pasada cuando descubrí que ella no solo iba a estar en mi clase nuevamente, sino que también sería una de mis aprendices. Hace años, fue bastante difícil descubrir que se había mudado de mi clase después de que la besé, pero tratar de olvidarla fue más difícil.

Nunca lo hice.No fumo a menudo. Cuando lo hago, opto por un cigarro. Del tipo que fumaba el abuelo. La gente dice que soy como él en muchos aspectos. Al igual que él, tengo un amor por la enseñanza. Decidí seguir mi corazón de la misma manera que él y convertirme en profesor universitario. Al hacerlo, traje la Tercera Guerra Mundial en mi cabeza cuando se trataba de mi familia. Nunca esperaron que hiciera eso. Como todos los hombres de mi familia, se esperaba que yo me convirtiera en abogado y participara en el imperio de mil millones de dólares que abuelo estableció hace más de cuarenta años cuando dejó Italia y se mudó a en este país.Las diferencias entre el abuelo y yo al decidir enseñar eran enormes. Él era el jefe malo de la familia que tomaba las decisiones y nadie se atrevería a cuestionar sus acciones. Definitivamente no cuando pasó la antorcha del liderazgo a mi tío y mi padre para dirigir el imperio y poder vivir el resto de su vida enseñando en la Universidad del Valle.

Yo, por otro lado, fui clasificado como la bola impar. Tuve que luchar por lo que quería. Mi familia pensó que estaba loco, pero aun así seguí presionando y seguí mi camino.

Llegó a ser tan malo que pensé que mi padre me iba a descartar. Así que, a diferencia de mis hermanos que malgastan su dinero en autos veloces, usé los cinco millones que me dejó mi abuelo para invertir en propiedades y construí mi propia fortuna multimillonaria.Eso fue hace más de diez años.

Hacer frente a mi familia fue difícil, pero lo que fue peor fue luchar contra Kevin Bentacourt, el director de la facultad, que me odiaba con venganza desde el primer día. El hombre no podía soportar que yo fuera el profesor más joven del departamento y me fuera tan bien.

Luché duro para convertirme en el profesor notable que soy hoy, el profesor notable que actualmente está en la consideración de Jefe de Departamento.

Entonces... ¿por qué diablos no puedo sacar a Paola de mi cabeza?

Esta visita a en el Club esta noche y estoy tratando de hacer eso.

Puedo ser recto todo lo que quiera en un día determinado. Puedo caminar y hablar como un buen profesor, pero la única razón por la que soy tan bueno es porque trabajo duro y juego más.

Juego más duro aquí y cedo a mi lado oscuro que busca emociones y busca una fantasía salvaje cuando los problemas vienen a por mi trasero.Esta noche, estoy aquí para divertirme, así puedo lidiar con el mañana. Veré a Paola mañana, y estoy seguro de que nuestro primer encuentro después de tanto tiempo será incómodo. Sé que será para mí.

Entonces, una noche salvaje con mis amigos es el tiempo de inactividad que necesito para dejar de pensar en la situación.

Walter y yo llegamos temprano. Estamos en el salón privado fumando y bebiendo mientras esperamos a los demás.

Walter acaba de ir a buscarnos más cerveza. Miro hacia el piso del club y le doy una calada a mi cigarro mientras el club cobra vida con el último éxito.Estamos en el salón del tercer piso: es uno de los salones más espaciosos con balcón privado. Una ventaja de conocer a Maximiliano Ferrer, el dueños del club. Nos conocemos desde hace mucho tiempo y nuestras familias están unidas. Los amigos como yo obtienen ciertos privilegios. Una buena vista y un excelente lugar para relajarse son solo algunas de las ventajas.

Los chicos y yo tendemos a reunirnos aquí primero antes de ir al salón privado. Donde nos sentamos es perfecto para ver todo lo que nos rodea. Desde la impresionante decoración veneciana que te envuelve desde el momento en que entras, hasta la gente en la pista de baile bailando en un frenético frenesí s****l con sus cuerpos chocando con cada ritmo. Todas las mujeres están en su ropa interior más fina, y todo el mundo lleva máscaras de disfraces.El club atiende a los salvajes como yo. Organizan fiestas nocturnas de lencería de disfraces en las que puedes perderte a ti mismo o a tu alma. Juro por Dios que el tipo de pecado que estas personas cometen todas las noches definitivamente les permitiría pasar al infierno. Soy uno para hablar. Me criaron como católico, y mírame. He estado aquí más veces de las que he ido a misa.

Aunque no creo que sea tan malo como algunos. Simplemente me gusta el sexo. Hacerlo y observar. No me molestaré en negar que soy un voyeur. Lo soy en todo el sentido de la palabra.Entonces, ver a la gente follando en los cubículos al margen de la pista de baile y los pisos de arriba y de abajo no es nada nuevo para mí.

Esta noche, se han vuelto locos con el calor de Santa Clara, ya mi alrededor hay todo tipo de parejas. Parejas, tríos y mucho sexo en grupo. Hombres con mujeres, mujeres con mujeres, hombres con hombres, y todos juntos. Lo que sea, lo estoy mirando, y en medio de todo están los demonios que bailan como si estuvieran poseídos.

Es todo una emoción, y para eso estoy aquí. Al final de la noche, lo más probable es que no sea diferente a los demás aquí. Es muy probable que esta noche me vea terminar mi día hasta las bolas en una camarera indefensa en un intento por olvidar a una mujer que ha atormentado mis pensamientos durante los últimos dos años.No sé qué tipo de perdedor soy, pero ciertamente es del tipo que no está actuando muy inteligentemente.

Walter regresa con nuestras bebidas, y veo que optó por whisky en lugar de la cerveza que dijo que iba a pedir.

—Pensé que apreciarías esto más —dice con una sonrisa salvaje y me entrega mi bebida.

—Sí. Me conoces demasiado bien— me río.

—Ciertamente lo hago—responde Walter.

Asiento mientras lo tomo. Necesito un whisky, seguro. Tomo un buen trago y dejo el vaso en la mesita que tenemos frente a nosotros donde está el cenicero.

Son momentos como estos cuando me alegro de tenerlo. Tengo dos mejores amigos. Pablo y Walter. Pablo se casó hace dos años y solo viene al club con su esposa. Eso es comprensible. Walter viene conmigo por las razones por las que todos los hombres que buscan una emoción s****l salvaje vienen aquí. Tendemos a volvernos locos cuando Charlie y Mike; nuestros otros amigos, se unen a nosotros. Walter me mira con escrutinio mientras baja para sentarse en la silla frente a mí.

—¿Día difícil?

—Semana difícil— aclaro, y él levanta las cejas.

Sin embargo, eso es todo lo que le diré, a modo de explicación, que sé que no es mucho. Hay una buena razón para eso. Las diferencias entre Walter y Pablo son enormes.

Pablo es el amigo sensato, y probablemente sea la única razón por la que todavía tengo trabajo. Fue capaz de detenerme en seco antes de que cayera al borde de la razón por Paola.

Walter me habría dicho que siguiera viéndola, que me acostara con ella que no sería el primer profesor universitario en acostarse con uno de sus estudiantes y ciertamente no sería el último.

Entonces, no le digo una mierda a Walter, porque él me diría que es mi segunda oportunidad de obtener los malditos bienes.

—Apenas es lunes— señala, sacudiendo la cabeza con los ojos rasgados.

Doy una calada a mi cigarro y me río.

—Sí, semana difícil. Alégrate de ser banquero.

—Sí, no cambiaría carreras contigo, me temo—bastardo. Ama demasiado el dinero. Al igual que Pablo, lo conocí en la escuela primaria y siempre ha sido el mismo loco—.Qué pasa contigo, Javier?—él pide.

—No es que no esté feliz por la visita improvisada aquí, pero mierda, es lunes por la noche. Incluso tú todavía clasificas eso como una noche de escuela.Solo necesitaba un descanso—espero que acepte esa respuesta y no me presione.

—El inicio del semestre siempre es difícil, peor cuando es el inicio del año escolar.

Él asiente con la cabeza.

—Sí, tiendes a ser más idiota en esos momentos.

Me río. Soy un imbécil, y ambos lo sabemos. Simplemente tengo un buen equilibrio en mi vida que me permite hacer lo que quiero y seguir siendo responsable. Principalmente. Solo en su mayoría. Solo me he equivocado una vez, y fue con Paola. No lo hago en serio. Nunca he sido del tipo de compromiso, por lo que todas mis relaciones han sido de corta duración, y eso está bien para mí.Es un shock para mi sistema que la primera mujer con la que me he cruzado que me hizo desear más con un beso resultó ser la que no puedo tener.

—Te prometo que no seré un imbécil esta noche—me río.

—Mejor no serlo. Venimos aquí para divertirnos, no importa lo que esté pasando. Javier, no soy estúpido. Puedo ver que hay más que el comienzo del semestre que está en tu mente. Sea lo que sea, te haré saber que fue una buena decisión venir aquí. El alivio del estrés siempre es bueno.

—Si estoy de acuerdo—choco mi puño con el suyo.

—¿Es la promoción lo que te preocupa?—él inclina la cabeza hacia un lado.

—Sí— miento. Sin embargo, debido a que es algo que sé, podría tener que preocuparme por decir que sí, no está tan lejos de la verdad.

Este es el año de mi carrera que cuenta. He trabajado muy duro durante los últimos siete años en la Universidad del Valle para llegar a este punto. Todo lo que he hecho será evaluado al final de este semestre para ver si seré un buen candidato para dirigir el departamento.

—No tienes que preocuparte. Nadie trabaja más duro que tú en ese lugar—afirma Walter, y aprecio sus comentarios.

—Gracias, eso significa mucho.

—Es cierto. Solo digo la verdad. Entonces, olvídate de la mierda y echa un polvo esta noche. Follar siempre es la respuesta perfecta al estrés. Tienes una bailarina, ¿no?

Yo sonrío. Ahora, esto es algo de lo que quiero hablar. Me encantan las bailarines. También conocidas como las camareras que harán más que servir bebidas. Esencialmente strippers.

—Absolutamente. Tenemos una cada uno.

Me da una sonrisa maliciosa.

Además de la sangre italiana caliente que fluye por mis venas, el rasgo de playboy multimillonario que la mayoría de los hombres de mi familia tienen no se me escapa.

Cuando los multimillonarios que tienen demasiado dinero en sus manos se aburren, encuentran formas y medios para recrear esa chispa de emoción. Para mí, no es sólo venir aquí. Tengo que tener una mujer, y no me gusta follar en público como la mayoría que viene aquí. Soy más el playboy privado que apreciará un baile erótico para empezar y continuar desde allí.

—¿No compartir esta vez?— él pide.

—No para mí—niego con la cabeza. Ya no me gusta hacer eso. No es que me opusiera si me dieran la mujer adecuada. Creo que he superado la emoción de eso. Prefiero tener una mujer para mí solo, sabiendo que es mía por el tiempo que decida tenerla y observándola con placer porque se lo doy. Parece que nos espera una gran noche. Como si fuera una señal, Charlie y Mike suben los escalones que conducen al salón y, como siempre, nos convertimos en los chicos que están listos para una noche loca. Apago mi cigarro y nos dirigimos al salón privado. He reservado una buena habitación para nosotros esta noche.

Es el que tiene ventanas de vidrio del piso al techo que tiene una excelente vista del horizonte de la ciudad. Parte del suelo también es de cristal, por lo que podemos ver la sala de la orgía.

Charlie comienza a hablar sobre una de sus extrañas payasadas. Siempre se le ocurren cosas raras que nos hacen reír. Y siempre se trata de una mujer, o mujeres. La historia de esta noche es sobre su cita de anoche, que resultó ser un psíquico que le dijo que los vio casarse en un futuro cercano y tener gemelos. Quería que le propusiera matrimonio allí mismo porque no tenía sentido esperar. Incluso le mostró una foto del vestido de novia que planeaba usar.

Sinceramente, no sé de dónde saca Charlie a estas mujeres.

En el corto paseo hasta el salón nos hizo reír hasta que nos dolieron los costados. Seguro que me tiene gustando. Mierda.

Walter abre la puerta del salón y dentro están las mujeres que nos esperan. Veo tres de ellas. Perfectamente hermosa y en topless. Están preparando la mesa del buffet con la comida y las bebidas para la noche.Entramos y mi mirada se posa en el trasero más perfecto que he visto cuando busco el cuarto.

Ella se agacha para desempacar las cajas de condones.

Como no puedo dejar de mirar ese trasero, decido que la voy a tener. Desde aquí veo que tiene las tetas del tamaño perfecto para que coincida con ese culo.

Grandes globos que parecen melones con puntas de rosa se balancean cuando abre el empaque mientras un interminable cabello castaño aterciopelado se desliza sobre sus hombros.Eso mismo es lo que yo llamo una diosa, y ella tiene la idea correcta. Deje que desembale los condones. Necesitaremos al menos una caja solo para nosotros. Voy a explorar ese cuerpo suyo esta noche. Ella es perfecta con su piel dorada, besada por el sol y sus curvas en todos los lugares correctos.Cuando salimos así, declaramos a las chicas que queremos de vista. Los chicos me han visto mirándola, así que es suficiente para tomarla como mía.

Sin embargo, cuando se gira para mirarme y se congela en el lugar como un ciervo sexy de ojos verdes que quedó atrapado en los faros, mi sangre se detiene.

No solo se detiene en el flujo. Se detiene justo ahí en mis venas y se espesa a medida que mi cerebro procesa a quién estoy mirando y me doy cuenta.

Esa es Paola... ¡Paola Calderón !

Supe hace dos años que esta mujer no podía ser mía. Lo sé ahora mientras la miro.

Puede que estemos dentro de los muros del Club del sexo, pero ella sigue siendo mi alumna y yo sigo siendo su maestro.

Mierda…