••◘•• Aún recordaba las caras de asombro de Peter y las de orgullo de Camila, cada vez que me habían puesto a contarles historias de diferentes tipos de flores de las que tenemos en la floristería. Cada vez que yo cuento una historia, siento que estoy enalteciendo el recuerdo de mi abuela, ya que eso era algo que le encantaba hacer. Ella leía hasta el cansancio y absorbía toda la información que leía, pero no se la quedaba para ella, sino que la compartía con el mundo, de una forma que solo a ella le salía, cosa que era admirable y por eso, para preservar su legado, yo decidí estudiar Historia y llevarla de la mano con las flores, que han sido la pasión de mi abuela y mía. No había aguantado quedarme despierta hasta tarde en la noche, porque mi cuerpo ya no daba más, no solo por lleva