—¡¿A qué te refieres con “estamos juntos”?! —pregunta Camila, completamente exaltada, —Somos novios… —comento en un susurro y su boca se abre de una forma, que es imposible ocultar su asombro. —¿En qué momento sucedió? —insiste y se nota confundida. —Ayer… —contesta Peter, a quien noto también nervioso, por lo que estiro mi mano a la suya y lo atraigo hacia mí. —¡Ay, Dios! Creo que me va a dar algo —dice exagerada y yo volteo los ojos —. No creí que llegara el momento en el que mi amiga volvería a tener novio —comenta emocionada y se abanica el rostro con la mano —. Ya creía que te iban a salir telarañas allá abajo —bromea y mis mejillas se ponen terriblemente coloradas. —¡Camila! —la reprende Juan y ella se ríe avergonzada. —Perdón, perdón —hace una mueca de disculpa, por habe