Tayná Melo —¡Dios mío! —digo sorprendida al mirar el lugar donde estoy. —No te preocupes, querida, lo harás muy bien —dice Isadora con una enorme sonrisa en su rostro. La sala tiene varias prendas colgadas en los percheros y al lado hay una mesa muy bonita, preparada, enorme, con diversos tipos de cubiertos, platos, copas. Rafael definitivamente quiere que me adentre en su mundo, no es de extrañar que haya encontrado una familia falsa para mí, ¡maldición! —Tayná, necesitas grabar esta información para la cena del sábado por la noche —me entrega un cuaderno en el que hay un informe completo sobre un viaje a París. Dios mío, nunca he salido de la ciudad de São Paulo, mucho menos he ido a Francia, la tan anhelada ciudad de París. —No te asustes, todo saldrá bien —el señor Aguimar parece