Rafael Moretti
No voy a negar que una vez más perdí la cabeza y arrastré a Tayná por la calle, cuando estoy cerca de ella simplemente pierdo la cabeza, ni yo mismo me reconozco, parezco un adolescente inmaduro que no puede controlar sus propias emociones.
Verla al lado de su amigo y abrazándolo me enfureció aún más, ella no vino a hablar conmigo, pero estaba con él acurrucándose en medio del horario de trabajo, ¿qué tipo de empresa permite eso? Además, ella firmó un documento aunque no supiera que lo estaba haciendo y a partir de ese momento ella es mía, puedo parecer loco al decir esto, pero cualquier cosa que tenga que ver con Tayná no puedo ser indiferente, tengo muchas mujeres a mi disposición, pero nadie me afecta tanto como ella, ya me acosté con más mujeres de las que puedo conta
