Rykeer.
Mi pequeño hijo sonríe al ver una película de Disney, y yo solo disfruto de verlo sonreír. Oírlo se ha convertido en una de las mejores cosas de mis días, lo que me tiene agradecido con Rachel por permitirme quedarme en su casa durante casi todo el día.
Siendo temprano, observo el reloj y noto que no tenemos mucho tiempo antes de que tengamos qué salir por lo que me pongo de pie apagando la televisión. Ryan posa sus ojitos en mí de inmediato.
—Quiero seguir viendo—dice, sorprendiéndome una vez de lo claro que habla para su edad.
—Lo siento, campeón, pero tu madre fue muy clara al respecto y tenemos que irnos.
Lo bajo de la cama con el mínimo esfuerzo porque para mí no pesa absolutamente nada, y lo tomo de la mano al ya estar cambiado para lo que debemos hacer gracias a Rac
