James se regañó por la línea que estaban siguiendo sus pensamientos, aunque el apellido de Alice le resultaba familiar; fue entonces cuando se dio cuenta que Alice y él seguían dándose la mano y estaban siendo fotografiados, sin duda el posicionamiento de James Maklin como director de Maklin's Corporation iba a ser el encabezado de los principales diarios de la ciudad. Automáticamente él soltó su mano y le dio esa sonrisa arrogante capaz de derretir a cualquier mujer.
-Alice, a la hora del almuerzo te espero en el restaurante de siempre-le dijo Mike-
-Claro, allí estaré-sonrió y se retiró de la sala de juntas, para dirigirse al baño, sólo entonces se permitió soñar un poco con el hombre de ojos hazel que ahora sería su jefe; sabía que estaba mal pensar en él de esa forma, pero habían pasados tres años desde la última vez que se había sentido atraída por un hombre, y esperaba que eso no le fuera a traer demasiados problemas. Respiró profundo, se arregló su cabello, se dirigió a su oficina, y se concentró en su trabajo hasta que el teléfono sonó, ella contestó.
-Qué sucede, Kate- le dijo a su secretaria-
-Alice, el señor Maklin está aquí y quiere verte-
-Hazlo pasar-
Alice pensó que se trataba de Mike, pero cuando la puerta se abría contuvo la respiración.