James y Alice habían salido a almorzar juntos todos los días de trabajo durante un mes, hablaban de trivialidades, de sus familias, de sus planes. Compartían mucho tiempo y James no perdía oportunidad para soltar algún comentario suspicaz, siempre cuidando no ofender a Alice.
Era el viernes anterior a la fiesta de Jane y Alice se encontraba en su oficina hablando con su madre.
- Ya te dije que no sé cuándo pueda ir mamá, ahora estoy como en un periodo de prueba.-dijo rodando los ojos, aunque no era del todo cierto, James le había dejado claro que podría ir con su familia cuando quisiera.
-Alice sabes muy bien que si trabajaras en Hayness Holdings, no pasarías por esos períodos de prueba.
- Mamá yo quiero hacer mi vida lejos de Miami, entiende que no puedo vivir en la misma ciudad que Louis.
- Alice Hayness es momento de que dejes el pasado atrás, además nosotros somos tu familia no dejaríamos que él se te acercara.
- Lo sé, pero no puedo me da miedo pensar que pueda encontrármelo.
- Sabes, si tu no vienes nosotros iremos, entiende que eres mi pequeña y no verte me desespera.
- Bien mamá, pero no puedo pedir vacaciones, ya te dije tengo un nuevo jefe.
- y ese jefe es amigo de tu hermano, y es como otro hijo para mí, así que no me obligues a buscar la manera de que pases un tiempo con la familia, además hay alguien que te quiere conocer.
Alice sabía que su madre sería capaz de cualquier cosa con tal de verla. La extrañaba y algunas veces deseaba regresar a Miami, pero su miedo era más grande.
-Bien mamá, miraré que puedo hacer sólo deja que yo lo haga ¿vale?
- Te extraño mucho mi pequeña.
Escuchar eso le rompió el corazón y no pudo evitar que una lágrima se deslizara por su mejilla.
- Yo también los extraño mucho, tal vez me decida por ir a visitarlos, pero eso es lo máximo que puedo hacer. -dijo obligándose a sonreír como si su madre la estuviera viendo.
Alice colgó el teléfono, giró su silla y se quedó de piedra al verlo.
- ¿Qué necesitas? - Alice estaba impactada no esperaba verlo y no sabía cuánto tiempo llevaba allí. Tal vez había escuchado toda la conversación.
- Buenos días, Alice, ¿ya no saludas?
- Lo siento, no esperaba verte tan pronto. Buenos días. ¿llevas mucho tiempo esperando?
-El suficiente para deducir la razón por la que te alejaste de tu familia y tu vida en Miami.
Alice se tensó al escuchar eso.
- ¿Y según tu cuál es esa razón? -preguntó Alice con nerviosismo. No quería hablar de su pasado, no con James.
-Un hombre a quién le temes. ¿le temes a ese tal Louis?
Alice odiaba que la vieran débil y asustada por algo, eso no cambiaría por James.
-Eso es parte de mi vida privada y no me gusta contársela a cualquier persona.
-Auch, yo no soy cualquier persona, soy tu jefe y me gustaría pensar que tu amigo.
-Si vas a usar lo de jefe para que te hable de Louis, déjame decirte que no te va a servir de nada.
James sabía que sería más difícil de lo que pensaba hacer que esa mujer se abriera a él, llevaban un mes trabajando juntos y aún no lograba nada.
-Nada de eso, sólo quería hacer la aclaración. En fin, venía a hacerte una invitación.
Esa frase hizo que el corazón de Alice diera un brinco y eso la asustó.
-Mi mejor amigo y su esposa van a dar una fiesta y me preguntaba si querías ir conmigo.
- ¿Cuándo es? -Alice no pudo evitar emocionarse.
- Mañana, ¿te animas?
- Uch, yo ya quedé con una amiga, si no te acompañaría.
James se decepcionó, le habría gustado presentar a Alice con Max como amiga incluso por su cabeza pasó la idea de novia, pero James Maklin no era de novias, no desde que una le destruyó la vida.
-Bueno será para otra ocasión.
Y después de eso se fue de la oficina.
Alice no podía creer lo que acababa de pasar, le habría gustado tanto ir con James a esa fiesta, pero tal vez como él había dicho sería en otra ocasión.