Alice llevaba una semana en Miami, luego de la muerte de su padre no pudo dejar sola a su madre y a su hermano; James se había quedado también para acompañarla, el tiempo que estaban compartiendo hacía que un sentimiento se fortaleciera entre ellos. Alice estaba en el restaurante de un hotel esperando a James para almorzar. - ¿Alice? -dijo alguien detrás de ella. Cuando Alice escuchó esa voz todos sus sentidos se pusieron alerta, se giró para verlo. -Louis Greenwood-dijo Alice incomoda El silencio era incomodo, Alice sentía miedo, aunque sabía que él no podría hacerle nada en un lugar público. Louis tomó aire. -Alice, me enteré de lo de tu padre, lo siento. No sé nada de ti desde lo que pasó esa noche hace tres años, sé que debes odiarme y que un millón de disculpas no van a borrar