—Sí, pero me dejaste en claro que no, ¿Qué cambió tu decisión? —Nada, solo me apetecía bailar con mi prometida— dio un encogimiento de hombros, el paso los brazos por la espalda de ella, cruzándolos en su cintura acercándola a él. —Lo que digas Alejandro— Natasha sabía que lo había hecho por Dylan, aunque él no sienta nada por ella; Alejandro Benedetti jamás permitiría que ella muestre interés por otro en público. Tal como le dijo días anteriores, mientras que ella mantuviera sus aventuras en privado por él no habría problema. — ¿En qué piensas? — le preguntó Alejandro al verla tan absorta en sus pensamientos. —En nada— le dijo en un susurro bajando la mirada. El coloco sus dedos bajo su barbilla y la hizo levantar su cabeza. —Generalmente cuando las mujeres dicen que no les pasa nad